BORIS MIZRAHI 
 LasMayores.com
Tampa, Florida.- Sus 6 pies y cuatro pulgadas con 230 libras de peso lo convierten en un gigante temido por todos cuando se para en el home con su bate. Su sonrisa lo convierte en el personaje más querido por sus fanáticos de todas las edades. Todo el mundo lo conoce como Big Papi.

David Ortiz llegó a los Medias Rojas en el 2003 para cambiar su carrera y el destino del equipo bostoniano. Por un lado, Papi se convirtió en uno de los bateadores más temidos del béisbol, y por el otro, Boston acabó con su tradición de perdedores para convertirse en ganadores con dos títulos en 2004 y 2007.

Ortiz ha tenido un comienzo incierto con el bateo en esta temporada 2008, pero, ni para el dominicano ni para sus compañeros, eso es algo por lo cual deban alarmarse.

«Uno tiene sus preocupaciones pero debe hacer sus ajustes como bateador, pero no más de allí», dijo Ortiz en el dugout de los visitantes del Tropicana Field. «Se alarman porque uno no batea una semana o dos, ¿y los otros seis meses de temporada no cuentan? Uno tiene que cambiar cosas y hacer los ajustes necesarios».

«La temporada no es de 50 turnos, es de 600», dijo el novato del Año 2007, Dustin Pedroia. «No me preocupa en lo absoluto y estoy seguro que será el mismo Papi. Algunos comienzan más lento que otros cada temporada». «No estoy preocupado por Papi», expresó el navajo Jacoby Ellsbury. «Es un gran pelotero y sabe hacer su trabajo. Es cuestión de tiempo».

«Sus cuatro jonrones y 20 carreras empujadas lo colocan entre los líderes en esos departamentos», dijo Alex Cora.

«No le pagan para que batee sobre .300, sino para que conecte jonrones”.