Todos tenemos el derecho y hasta la obligación, como seres humanos, de darnos un baño de sol, como una garantía para sentirnos saludables.
Sin embargo, hay una serie de disposiciones que debemos de observar para no perjudicarnos, partiendo del criterio de que el sol puede ser nuestro amigo, y a la vez, nuestro enemigo.
Por ese motivo debemos asimilar estos consejos para lograr un bronceado sano, mantener una piel bella y humectada y proyectar una imagen saludable.
Exposición al sol
No te expongas al sol después de haberte puesto perfumes y colonias con alcohol: son fotosensibilizantes, o sea que pueden producir manchas en la piel e incluso alguna lesión cutánea.
Cuidado con los medicamentos
Si te estás medicando, consulta al médico o a tu farmacéutico de confianza si puedes exponerte al sol , porque algunos provocan reacciones.
Protección con productos
Usa los productos especialmente indicados para tu tipo de piel. La cara, el cuello, el escote, las manos y los empeines son zonas sensibles; son las más propensas a las manchas y las que más se estropean.
Sombreros….. Otra manera de protegerte contra el sol es usando sombreros, pamelas, gafas, camisetas y otras clases de complementos, pero debes tomar en cuenta que no toda la ropa es barrera. Hay algunos tejidos muy tupidos y ropa ancha y holgada. Evita los colores oscuros, el blanco es el color por excelencia en verano.
Agua…. pero mucha agua. Bebe mucha agua y líquidos para evitar la deshidratación. Y, si eres de los que se tumban en el sol todo el día y no te mueves más que para darte vuelta, cambia los hábitos y da algún paseo. No es aconsejable exponerte así durante horas.
La radiación UV es acumulativa. No basta con descansar un rato del sol. Y no solo hay que protegerse en la playa y en verano. Se recomienda como mínino un factor de protección 15 diario, también en invierno. A medida que aumenta la altitud, también lo hace la intensidad de la radiación y -por supuesto- el riesgo.
Zoom
Astro rey
¿Amigo o enemigo?
El sol puede ser amigo o enemigo. Cuando estamos tumbados al sol, recibimos dos tipos de radiaciones ultravioletas: las A (UVA) y las B (UVB). Pero la energía solar que llega a la tierra y, por lo tanto a nuestra piel, afectando el organismo, está constituida por otros tipos de radiaciones como los rayos infrarrojos y la luz visible.
Para disfrutar del astro rey sin miedo a dañar la piel es importante: evitar exponerse al mediodía entre las 12:00y las 3:00, cuando los rayos ultravioletas son más intensos; no abusar del tiempo de exposición. Usar gorra, anteojos y tener ropa clara para cubrirse. En caso de irritación consulte su médico.