A Doña Margot Najri Auffant, in memoriam

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JESÚS FERIS IGLESIAS
Hace unos días acaeció la muerte de la señora Margarita Najri de Auffant, Doña Margot, como cariñosamente muchos de nosotros le llamábamos.

La memoria de Doña Margot debe perdurar en todas y todos los que trabajamos en el Hospital Infantil Doctor Robert Reid Cabral y más que eso, debe servir de ejemplo para todos nosotros que debemos transmitir a las nuevas generaciones la generosidad y el ejemplo de esta extraordinaria mujer.

Doña Margot fue la fundadora y presidenta del Patronato de Ayuda al Hospital Infantil Doctor Robert Reid Cabral desde 1963. Este patronato tuvo como peculiaridad que se formó para ayudar a la enseñanza y formación de recursos humanos en pediatría y a la enseñanza hospitalaria en sentido general.

Recuerdo cuando la enseñanza de pediatría del hospital comenzó en 1966, la Secretaria de Estado de Salud Pública y Asistencia Social se comprometió a pagar el curso durante solo seis meses, y gracias al Patronato y a doña Margot, a través del convencimiento que le hiciera el doctor Hugo R. Mendoza para que el curso se extendiera por un año, doña Margot, a través de sus relaciones personales y convencida de la gran ayuda que era para el país formar especialistas en pediatría, buscó los recursos necesarios para pagar el salario de los otros seis meses a todos los noveles médicos que se especializaban en este hospital. El pago adicional por el patronato perduró hasta la oficialización de las residencias médicas en 1978.

 Esta hazaña, por decirlo así, sirvió para concienciar a las autoridades de Salud Pública, universitarias y gremio médico para que muchos años después se oficializaran las residencias médicas en el país, allá a finales del año 1978.

Asimismo, el Patronato se involucró prácticamente en todas las actividades del hospital: en el mantenimiento de una biblioteca con el pago del salario de una auxiliar de bibliotecaria, ya que para ese entonces no había conciencia de este tipo de necesidad en un hospital público que iniciaba la enseñanza. Se involucró en arreglar salas clínicas con el objetivo no solo de que los pacientes estuvieran mejor atendidos, sino también que la enseñanza de la pediatría fuera más completa y por lo tanto que se formaran mejores médicos y mejores especialistas en la pediatría.

Podemos afirmar sin temor a equivocarnos, que el Patronato y doña Margot como cabeza del mismo estuvieron en cada área y rincón del hospital y gracias a esa ayuda permanente por tantos años, sin ruidos, sin alardes, sin anuncios en la prensa ni la televisión, sin pancartas ni fotografías, contribuyó al fortalecimiento de la mística que tiene el hospital, de brindar atenciones de buena calidad las 24 horas del día y los 365 días del año. Cuando recientemente hubo que transformar el Patronato en la Fundación del Hospital Robert Reid Cabral, doña Margot no vaciló ni por un minuto y hoy día este hospital goza de una Fundación sólida bajo la dirección de doña Daisy Espaillat de Piantini, que ha servido de ejemplo para que prácticamente todos los servicios y departamentos del hospital tengan sus propios patronatos y fundaciones como la Fundación Dominicana de Infectología, Fundación Dominicana de Reumatología Infantil, Patronato de Enfermedades Congénitas y Hereditarias, etc.

Nosotros, los que trabajamos en el Hospital Infantil Robert Reid Cabral, queremos expresar nuestro reconocimiento y admiración a esa sencilla y extraordinaria mujer que merece la admiración y reconocimiento permanente de la sociedad dominicana. 

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