CIUDAD DE MÉXICO. AP. La cárcel en el norte de México a donde las autoridades transfirieron al líder narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán es considerada por autoridades defensoras de los derechos humanos como la peor del sistema penitenciario federal debido a las condiciones de reclusión y otros factores, de acuerdo con un informe del propio gobierno. El Cefereso 9, en las afueras de Ciudad Juárez, fronteriza con El Paso, Texas, registró buenas calificaciones en “condiciones de gobernabilidad”, posiblemente un indicio de que las autoridades creen que aquí pueden controlar el entorno del capo y reducir el riesgo de que protagonice otra audaz evasión. Sin embargo, Michael Vigil, ex jefe de operaciones internacionales de la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, en inglés), puso en duda la lógica de enviar a Guzmán a una prisión menos segura ubicada en un territorio controlado firmemente por el cártel de Sinaloa, encabezado por “El Chapo”. “Simplemente carece de sentido”, declaró Vigil el domingo. “Él tiene esa parte de su imperio, tiene infraestructura ahí y personal que lo ayudaría en lo que respecta a diseñarle otra fuga”.