La encimera o meseta es un elemento básico de cualquier cocina. Es en ella donde se manipulan todos los ingredientes y utensilios para preparar las comidas.
A la hora de escoger este importante complemento, los expertos del mundo del diseño y la arquitectura señalan que existen tres características esenciales a tomar en cuenta: resistencia, mantenimiento y estilo.
Es necesario analizar el uso que se dará a la encimera, porque no se requiere el mismo material para una en la que se colocarán de manera constante preparaciones calientes, que una meseta en que se cortarán productos o se dejarán trastes o utensilios de cocina.
Para las encimeras, existen materiales como el granito, una roca de origen natural de gran densidad, impermeable y apenas poroso, todo lo cual evita que penetren líquidos y manchas, además que es muy resistente a las altas temperaturas; la fortaleza producto de la compactación de la piedra con otros materiales, permite la creación de encimeras bastante resistentes, y a la vez, elegantes; el cuarzo, que soporta muy bien los impactos, el rayado y la humedad, al no ser poroso.
El mármol también resulta un material idóneo para las mesetas. Se caracteriza por ser resistente a las ralladuras. Lo puedes conseguir en varios tonos, siendo los más comunes el blanco y el gris.
Otra opción es la madera maciza, la cual tiene el inconveniente de su porosidad, no obstante, si te atreves protegiendo la madera con los productos adecuados, de seguro tu encimera permanecerá por mucho tiempo.