Ay, Freddy, ¡cuanta falta nos haces! … Te fuiste al más allá y es en el más acá que te necesitamos…” –quien así habla es Píndaro… Está sentado junto a Herminio, regresando de una charla de Alex Rovira promovida por CAPEX en Santiago y recordando a su entrañable amigo que hace nueve años fue llamado a una vida mejor…”
“…Yo no soy político y me importa quien esté gobernando porque toditos son iguales” –nos decía en vida… “…Mucha campaña y muchos letreros… Que yo voy a resolver los problemas… Que si diputados… Que si senadores… ¡Mentira!… Van ahí a usurpar el poder y a meterse unos cuartos en el bolsillo y todavía aquí hay que pedir medio millón de pesos para que a esta niña se le salve la vida, porque los hospitales no sirven, porque nada funciona y matan a esta niña y no se hace nada…” –testimoniaba-… “Todo está podrido y se van a gastar mil trecientos millones de pesos para que suba otro grupo o se quede el mismo”.
Herminio mira a Píndaro y, al mismo tiempo, sus ojos se llenan de lágrimas de rabia y tristeza… Él también quería mucho a Freddy y sus palabras le dejaron un sello que jamás olvidará… Fue capaz de sentir y plasmar un panorama tan real que todavía, casi diez años después, aún se mantiene intacto. Es como si las vidas no importen… Solo el poder y el dinero… “Herminio, ¿Recuerdas cómo Freddy describía a nuestra población?” –interrumpe Píndaro-… “Sí… Lo recuerdo perfectamente…” –comenta Herminio, como si aquella voz estuviese enclavada en su mente…-
“…Es un pueblo totalmente ignorante que lo manejan con una cerveza, con un refresco, con un pica pollo… A todos los maestros hay que alfabetizarlos, porque tenemos un magisterio muy deficiente, con honrosas excepciones… Ustedes han estado gobernados por bandidos, como están en este momento, gobernados por una recua de bandidos, arrodillados al narcotráfico internacional… Nuestra juventud ha crecido con ese vacío… Por qué el 14 de junio… Por qué Luperón… Por qué los movimientos internos en contra de Trujillo… ¿Qué diría Duarte si ve a su país como está en este momento… Los padres de las patria…¿Luperón? ¿Valió la pena su sacrificio? Las hermanas Mirabal… Los muchachos de los grupos progresistas que dejaron sus vidas en diferentes lugares, asesinados por los esbirros de diferentes gobiernos… ¡No tenemos energía ni la vamos a tener nunca..!”
“Cada día es un nuevo ambiente forjado en un viejo molde de repetitivas experiencias… Quizás debiéramos sentarnos a mirarnos en el selfie que nos hemos tomado con nuestro móvil y tratar de penetrar hasta lo más íntimo, sin cortapisas ni intereses momentáneos… ¿Es así como quisiéramos seguir viviendo?”…-quien ahora así se expresa es Píndaro… Está todavía rindiendo un homenaje de cariño a su amigo Freddy Beras… Mientras Herminio solo mira al horizonte… Un horizonte que algún sector por ahí le interesa que siga cada vez más sombrío-.
De pronto, las nubes se han tornado más grises que nunca… El cielo casi está dejando de ser el cielo que conocemos… Allá en el horizonte, la voz de un valiente ido a destiempo todavía resuena con un eco inconfundible… “…La Justicia está podrida… La impunidad es lo que ha hundido nuestro país… ¡No hay un preso!… ¡No hay un amonestado!… Cada Gobierno que llega dice lo mismo y no hacen nada, porque llegan llenos de compromisos… Con un paquete de gente robándose este país… las tierras… los negocios… las casas… ¡Todo!”
Han llegado casi al Típico Bonao para un requerido descanso a mitad del viaje, y ambos se miran con cara de reflexión… En eso, Píndaro parece recordar la viva voz del mismo Freddy cuando una vez sentenció: “¡Llega un momento en que uno se harta!… Pero, mi país es mi país y vivo aquí porque me gusta… Puedo vivir en cualquier parte del mundo que me dé mi gana, pero… ¡este es mi suelo!”
“Herminio – comenta Píndaro- no olvides el mensaje de Alex Rovira para convertir una crisis en positiva”:‘Párate a pensar que una catástrofe no admite reversibilidad… Hay personas que no ven dragones en sus ojos… La palabra es el arma más ponderosa… pero hoy no nos enseñan lo suficiente a hablar y a escuchar”. Y, agrega Píndaro: “El alma de nuestro querido e inolvidable Freddy jamás debemos perderla en nuestra óptica antes de accionar”.