A Hipólito la historia lo absolverá

A Hipólito la historia lo absolverá

Cuando en  1953 Fidel Castro y sus compañeros realizaron el fracasado asalto al Cuartel Moncada en Cuba, al ser juzgado por aquella acción el incipiente líder de lo que más tarde sería la Revolución Cubana se justificó expresando: “la historia me absolverá”.

El tiempo es el gran aliado de aquellos que son víctimas de la calumnia y la maledicencia en momentos de gran confusión frente a situaciones difíciles que impactan terriblemente la vida de los pueblos y un gobernante se ve compelido a tomar decisiones dolorosas pero necesarias.

Es el caso del ex presidente Hipólito Mejía que frente a los terribles fraudes bancarios que desencadenaron la gran crisis del 2003  no tuvo otro camino que actuar con energía para rescatar a los depositantes y concomitantemente enviar a los tribunales a los responsables del holocausto económico que nos hizo perder el 20% del PIB y generó un millón de pobres adicionales según estimaciones del capítulo local del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Aquel rescate evitó el efecto dominó que se habría llevado por delante todo el sistema bancario y los medios de pago, ya que salvó a la mayor parte de las asociaciones de ahorros y préstamos, los fondos de las administradoras de pensiones (AFP), de administradoras de riesgos de salud (ARS), compañías de seguros, organizaciones no gubernamentales (ONG), personas  particulares y entidades como las iglesias.

Solo 5 años después, cuando en 2008 el emblemático y centenario banco Lehman Brothers, con más de 150 años, y que sobrevivió a la Guerra Civil y a la Gran Depresión de 1929, se declaró en bancarrota producto de la crisis de las hipotecas sub prime del 2008 y el Gobierno norteamericano autorizó el uso de billones y billones de dólares para salvar el sistema bancario, la industria del automóvil y compañías de seguros, fue que aquí mucha gente entendió las medidas heroicas que se tomaron en 2003. 

 Pero la tapa al pomo ha venido a ponérsela la Asociación de Bancos Comerciales de la República Dominicana (ABA), que en reciente reunión con Hipólito Mejía reconoció que las medidas tomadas en aquella ocasión fueron positivas y fortalecieron el sistema bancario nacional.

En forma estrepitosa se ha caído el cuento de que “los bancos quebraron porque el Gobierno les debía y no les pagaba”, como afirmó entonces Leonel Fernández o aquella triste historia del doctor Marino Vinicio Castillo de que Hipólito Mejía había quebrado los bancos porque le interesaba hacerse con el control de 70 emisoras de radio, canales de televisión y periódicos para su reelección.

Ahora, después de 6 años de Gobierno peledeísta con el país más hipotecado que nunca, la criminalidad y el narcotráfico en su pico más alto, la corrupción desenfrenada y un modelo económico que  no genera desarrollo social ni trabajo formal, no es de extrañar que la población esté viendo en Hipólito Mejía  la salida posible al actual estado de cosas.

Es por ello que decimos que a Hipólito Mejía la historia lo absolverá.

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