A la luna en tren

A la luna en tren

Eduardo Klinger Pevida

Para China contar con un sistema ferroviario grande y eficiente es indispensable para responder a las necesidades de movimiento interno -un país de más de 9 millones de kilómetros cuadrados- y del comercio exterior, líder exportador, conectando con decenas de ciudades europeas y asiáticas.

Consecuentemente, el país pasó de ser una nación que no disponía ni de una sola vía ferroviaria de alta velocidad a contar con la red ferroviaria de alta velocidad más extensa del mundo. Desde 2005 a 2022 ha ido dotándose de nuevas líneas para alcanzar cerca de 45 mil kilómetros de líneas férreas de alta velocidad superando, por mucho, lo que tiene todo el resto del mundo conjuntamente. El 80% de las ciudades grandes y medianas están interconectadas con trenes balas. La longitud total de todas las líneas ferroviarias se extiendo por 150 mil kilómetros.

Un hecho no menos impresionante es el costo que ha representado ese gigantesco esfuerzo. En tanto en Europa la construcción de líneas férreas cuesta entre 20 y 31 millones de euros, para California, único Estado con planes de construir un tren de alta velocidad, el costo estimado supera los 45 millones por kilómetro.

Para China ha sido de entre 13 y 17 millones de euros por kilometro a pesar de la alta incidencia de viaductos y túneles que son obras que encarecen el proceso.

La red china incluye al tren que viaja a mayor altura del mundo: el tren bala del Tíbet y pronto pondrá en servicio el más veloz, de levitación magnética, con potencial de llegar a 600 kilómetros por hora. Los planes apuntan a 2035 con unos 70 mil kilómetros de vías rápidas.

Miles de trenes, literalmente, conectan semanalmente ciudades chinas con 200 ciudades de 25 naciones de Europa y Asia Central. La ruta ferroviaria más larga del mundo conecta la ciudad china de Yiwu, al sur de Shanghái, con Madrid, atravesando Kazajistán, Rusia, Bielorrusia, Polonia, Alemania, Francia y España.
Unos 13 mil kilómetros, llamado el “tren de la Seda” o el “puente terrestre euroasiático”. Un eslabón en la Franja y Ruta de la Seda universal, sueño dorado de Xi Jinping.

En 2022 la carga ferroviaria fue de 4980 millones de toneladas, 211 millones más que en 2021. Enero-marzo de 2023 alcanzó 970 millones de toneladas.

¿Y la Luna? Hay un “tren” permanente de lanzamiento de naves que conducen al alunizaje de “taikonautas” a más tardar en 2030.

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