MAURO CASTILLO
Un grupo de compañeros del 3er. Año del bachillerato del Liceo que para esa época llevaba el nombre de «BENEFACTOR» de la Ciudad de San Cristóbal, compuesto por los condiscípulos Manuel Alcides Molina, Carlito Duvergé, Luis Eduardo Norberto, Margarita Peguero, Marcelino Luna, Juan Mancebo, Roig Mercedes y otros, nos sentíamos muy agobiados ante las dificultades que estábamos encontrando con la Trigonometría que nos impartía el Profesor Bienvenido Mañón, basada en una serie de enunciados e hipótesis que teníamos que despejar partiendo del círculo, el radio, las líneas paralelas, las tangentes, etc. hasta llegar a conclusiones lógicas muy abstractas y algunos nos preguntábamos y para que nos va a servir en la realidad de la vida todas estas hipótesis que teníamos que fajarnos a analizar hasta encontrar la razón de la lógica de ser cada una de ellas.

Con el respeto que nos merecía cada profesor, no éramos capaces de cuestionar el valor de tantos enunciados y tratábamos de embotellarnos todo ese material en común acuerdo con todos los compañeros.

Un día desesperado de estudiar y tratando de asimilar y memorizar tantas reglas que encontrábamos tan abstractas y de poco valor práctico en la vida, tomamos la decisión de abordar a nuestro querido Profesor de Trigonometría Bienvenido Mañón y de manera ingenua, pero con mucho temor, le preguntamos durante el receso: Profesor y para que nos va a servir todo este material en nuestra vida? Y él nos contestó con una exclamación y una afirmación «Ah…para qué?…para enseñarlos a pensar, enseñarlos a razonar» Le dimos las gracias y nos retiramos cabizbajo y pensativo.

Al momento nuestros pensamientos se llenaron de interrogantes y de satisfacción y diciéndonos a nosotros mismos ¡caramba! Pero esto es entonces muy valioso si me ayudará a razonar y

pensar mejor. A partir de entonces desarrollamos una gran pasión por las matemáticas, a pesar de que siempre nos inclinábamos por el Derecho, la Psicología y la Filosofía.

Comenzamos a valorizar los grandes maestros del pensamiento Filosófico, Matemáticos y Psicológicos como Renato Descartes, Enmanuel Kant, Sigmund Freud, los diálogos Socrático y las investigaciones científicas que nos aportan los conocimientos sobre la evolución del ser humano.

Nuestra admiración y respeto para todos los maestros en su día porque transmiten luz de sabiduría en el pensamiento de todos los educandos, que están llamados a convertirse en hombres y mujeres cargados de buenos deseos y de moral para que en nuestra sociedad prime el amor y la comprensión entre hombres y mujeres y desaparezcan los actos criminales y el flagelo de las perniciosas y destructivas drogas que están contaminando el cerebro de gran parte de nuestra valiosa juventud.