A ley de un mes para el cambio

A ley de un mes para el cambio

El calendario nos sitúa este lunes a un mes de un cambio de mando resultante de la voluntad democrática del electorado. Es un cambio que pendula entre la promesa de “continuar lo que está bien, corregir lo que está mal y hacer lo que nunca se hizo” y las expectativas que se forja un país que aspira a soluciones realistas para  la inseguridad pública, la corrupción, la quiebra de la autoridad, la baja calidad del gasto público, el desempleo, la deuda social acumulada  y la pobreza, entre otros males que han ido agravando.

Como la transferencia del poder se producirá entre actores de un mismo partido, quizás hubiese sido una muestra de delicada cortesía que los funcionarios actuales pusieran sus cargos a disposición del licenciado Danilo Medina, que desde el 16 de agosto próximo sucederá en el mando al doctor Leonel Fernández para el período 2012-2016. Hasta donde se sabe, Radhamés Jiménez Peña, Procurador General de la República, ha sido el único que lo ha tomado esta iniciativa.

 Otra conducta que debería ser asumida en este tramo de la transición hacia el cambio de mando es que las autoridades eviten por todos los medios incrementar los gastos. El nuevo Gobierno tendrá que manejarse con el presupuesto actual hasta el 31 de diciembre del presente año y sería de mal gusto atarlo de manos.

Turismo de cruceros

El país tiene condiciones naturales excelentes para explotar el turismo de cruceros. Ha tenido épocas en que las visitas de embarcaciones con turistas han representado una proporción considerable del total de turistas recibidos. Pero ha ocurrido que esta modalidad de turismo ha decaído de manera lamentable, por lo general debido a condiciones inapropiadas en los puertos. Y los visitantes se nos van para países de la región que compiten  con nosotros.

El presidente de la Asociación de Navieros de la República Dominicana, Teddy Heinsen, sostiene que el país tiene excelentes condiciones para explotar el turismo de cruceros y entrar en la competencia con otros países. Las autoridades deberían trazarse la meta de capturar esta modalidad de turismo y no dejarla escapar. La naturaleza nos dotó de lo necesario para seducir al turista. Solo falta poner a funcionar la voluntad en la dirección correcta.

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