A los 27 años, muere «La Reina de la Lluvia»

A los 27 años, muere «La Reina de la Lluvia»

JOHANNESBURGO, (EFE).- Makobo Modjadji VI, más conocida como «La Reina de la Lluvia», ha muerto a la edad de 27 años después de una corta regencia de dos años que pasará a la historia por el deseo de la soberana de romper con las tradiciones de su tribu. Makobo era la reina de los balobedu, una tribu del norte de Sudáfrica compuesta por unas 150 villas en las que vive cerca de un millón de personas.

Sus orígenes se remontan al siglo XVI y la leyenda asegura que la dinastía es fruto de un incesto.

No hay muchos detalles sobre la muerte de la soberana. El presidente del consejo real y abuelo de la fallecida, Kelly Modjadji, confirmó el fallecimiento, pero no quiso informar de la causa.

La familia sólo dijo que el viernes pasado Makobo tuvo «algunas complicaciones de salud» y que su deceso fue certificado el domingo.

Tampoco se sabe de qué murió, en 2001, su madre, quien nunca llegó a regir sobre los balobedu. La madre de Makobo falleció dos días antes de que muriera la anterior soberana, Mokope Modjadji V, abuela de la última reina.

La soberana de los balobedu es conocida por los supuestos poderes que tiene para atraer la lluvia. En una ceremonia que se realiza en octubre de cada año, la reina cumple con una serie de ritos que, si los dioses son favorables, dan paso a jornadas de lluvias.

Pero los poderes sagrados de la reina Makobo habían sido puestos en duda por algunos de sus súbditos, porque la soberana, la primera en la dinastía que tenía estudios, demostraba rebeldía hacia las tradiciones reales.

Makobo, que se convirtió en reina a los 25 años, el 16 de abril de 2003, había completado el bachillerato. Cuando fue coronada, una piel de leopardo cubría sus ropajes, pero era más amiga de camisetas y pantalones vaqueros, entre otras «extravagancias». A la joven soberana la criticaban por no interesarse en las ceremonias reales y también por tener la osadía de conducir un vehículo, ya que se supone que sólo debe ir con chofer.

Pero el peor pecado que cometió fue el de haber mantenido relaciones con un joven sin sangre azul, violando las costumbres de la dinastía de los Modjadji, que establecen que la reina no puede casarse, pero sí engendrar hijos con sus parientes.

Por esas razones, cuando en octubre pasado a Makobo le tocó encabezar la ceremonia para traer lluvias, muchos pensaban que sus poderes sobrenaturales estaban disminuidos y que «La Reina de la Lluvia» fracasaría en el intento de atraer nubes propicias. Sin embargo, ya fuera por razones meteorológicas o por los poderes de Makobo, las lluvias comenzaron a caer dos días después del primer ritual, en contra de los pronósticos del Servicio Meteorológico y ante la incredulidad de muchos.

«Todo el mundo sabe que en esta zona comienza a llover en octubre. ¿Por qué no hacen los rituales para traer la lluvia cuando más se necesita?», afirmó entonces uno de los habitantes de la comarca.

«La Reina de la Lluvia» ganó reputación internacional cuando, hacia 1880, el novelista Rider Haggard la incorporó en uno de sus mayores éxitos, «Las Minas del Rey Salomón», del que salió luego una película protagonizada por Richard Chamberlain y Sharon Stone.

Aunque no se conocen muchos detalles sobre la muerte de Makobo Modjaji VI, ya han comenzado los pésames. El partido gobernante y el Congreso Nacional Africano, expresaron su «profunda tristeza» por la muerte de la soberana.

«Su muerte es una pérdida para todo el pueblo de Sudáfrica. Será recordada por su contribución en favor del bienestar de la mejora en las condiciones de vida de su pueblo», dijo el partido político.

La reina de los bolebedu era uno de los trece soberanos que tiene Sudáfrica, pero la única mujer. De hecho, el trono se va traspasando por la línea femenina.

Le leyenda establece que las sucesivas reinas Modjadji proceden de un jefe tribal del siglo XVI, Karanga, cuyos antepasados le habían instruido engendrar un heredero con su propia hija, Dzugundini.

El fruto de ese incesto, que llevó el nombre de Modjadji («gobernante del día»), sería recompensado con poderes mágicos para controlar las lluvias.

No se ha informado de la fecha del entierro de la «Reina de la Lluvia». Makobo deja dos hijos, un niño y una niña, fruto de una relación desconocida pero que, al menos, asegura el futuro de la dinastía.

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