A los héroes del 30 de Mayo

A los héroes del 30 de Mayo

La gesta libertaria fundamental del último medio siglo dominicano ocurrió un día como hoy. En 1961 la Patria necesitaba un acto de extrema valentía en medio del apogeo de la barbarie trujillista, bajo una tiranía que no dejaba resquicio a  expresiones  que no fueran de sumisión  al autócrata y que doblegaba las conciencias, incluso. Canfabularse para ajusticiar a Trujillo era desafiar a un monstruo político y militar difícil de imaginar hoy en día. Haberlo logrado costó vidas preciosas incluyendo a muchos que no tuvieron  participación directa en el plan y fueron tocados por  represalias de extrema crueldad. El homenaje a quienes hicieron posible esta gesta, que sirvió para refundarnos como nación y Estado, perdurará y debe fructificar en una adhesión irreductible a la libertad de la presente y futuras a generaciones.

Tomemos esta hazaña como fuente de inspiración para elevar   la República a máximas  condiciones de justicia y desarrollo, social y económico. Para consolidar instituciones y garantizar el bienestar de la mayoría de los ciudadanos. Rotas hace tiempo las cadenas de la dictadura y superadas las administraciones que hicieron perdurar  perfiles del régimen descabezado, borremos a profundidad la ausencia de pulcritud en el manejo de los recursos del Estado y dejemos atrás los autoritarismos, sutiles o burdos, que retardan el avance de la sociedad hacia un pleno y provechoso ejercicio de la democracia.

Un correctivo para empeorar

El sistema energético  sobrevive con  distorsiones por retrasos en inversiones para superar el  esquema  de generación a base de combustibles fosiles; por el consumo masivo de electricidad hurtada; por contratos leoninos con proveedores y por alzas petroleras. El camino fácil es un   alza tarifaria en  junio  que agravará los problemas del  importante sector  formal de la economía que integran  productores, comerciantes  y usuarios domésticos que  se acogen  a la facturación de sus consumos. Casi todos ellos sometidos a otros encarecimientos derivados de  factores  como los que obligan a disponer de  plantas propias. Sectores que además  se subordinan a impuestos y al peso de deficiencias de la burocracia estatal. En cambio   los  ladrones de luz, ricos y pobres, seguirán  sin inmutarse y    el FMI sonreirá  mientras crece el endeudamiento externo y se postergan las medidas valientes que realmente se necesitan   para poner la casa en orden.

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