Ustedes, en sus calidades de presidentes de partidos que encabezan bloques de Gobierno y oposición, están llamados a explorar salidas a nuestra enrarecida situación política estructurando espacios de entendimientos entre las diversas fuerzas contribuyentes a desatar los nudos atados por nuestros poderes formales.
Estamos empantanados en posiciones intransigentes. El Gobierno encomendó a su funcionario presidente del CES un dialogo de sordos. Ni siquiera se han identificado en la agenda: Representantes gubernamentales interpretan que es para discutir leyes de partidos y electoral. La oposición concurre tras designación de jueces electorales.
Este paralelismo sórdido provocó el retiro opositor demandando involucramiento presidencial. La sociedad civil, al pedirles reintegración endosa este involucramiento gubernamental. Este, simulando respeto a demás poderes del Estado, elude participar desperdiciando la oportunidad brindada de beneficiarse de un entendimiento facilitador de gobernabilidad. Pero lo más lamentable es lo que no ha sucedido: Que el presidente Medina, motu-proprio, tomara iniciativa de promover entendimientos al margen de encomiendas formales y aparentes. Mientras, el Congreso sigue la elección de jueces electorales
Esta situación enrarece la situación política pre-sensibilizada por ilegitimidades del pasado proceso electoral.
Se magnifica por demandas e inconformidades como movilizaciones tras salarios y construcción o terminación de obras. Pagos atrasados, ambivalencia para controlar gastos generadores de endeudamientos, depredación ambiental, presión migratoria, inseguridad ciudadana, falta de cumplimiento de leyes, corrupción, soberbia y prepotencia gubernamental, abonan insatisfacciones.
Ante estas, autoridades no parecen asumir consecuencias por sus decisiones. Parecen burlarse o retozar. Funcionarios declaran lo que no cumplen: para el reciente presupuesto se anunció congelación de gastos presentando ahora aumento del 7%. Ofrecen pagos que no honran como a la viuda del arquitecto suicidado por mafia de OISOE. Desvían atención apoyando siembra de arbolitos para reforestar pero son altamente permisivos frente a desforestación. Proponen lo que no hacen, como protección a productores.
Lo anterior debe llevarlos, presidentes de partidos que encabezan bloques, a actuar.
Disponen de las calidades necesarias para suplir la inefectividad y faltas de instancias tradicionales propiciadores de entendimientos. Tienen suficientes atributos e influencia en las fuerzas activas determinantes de la suerte nacional: sociedad civil, medios de comunicación, forjadores de opinión, relaciones internacionales, etc. Y pueden contar con la enorme mayoría silente, cada día más preocupada del curso de los acontecimientos.
Anímense a propiciar un espacio de entendimiento político que supla avaricias de poderes formales y agotamiento de instancias tradicionales de concertación. Eríjanse esta calidad y establezcan un proceso para este fin. Arróguense la convocatoria de potenciales coadyuvantes: partidos mayoritarios (PRSC, PRD) y otras instancias partidarias y sociales.
Así, tocarán el clarín que hoy nos garantizaría una democracia eficaz, sostenible y perfectible.