Creo no estar mal informado cuando señalo que en el país no existe ninguna ley que establezca cómo luchar contra el ruido que venimos sufriendo todos sus habitantes, por lo cual me aventuro a proponer un proyecto de Ley que planteé la actuación pública contra el ruido en todas las poblaciones, pero con doble perspectiva. Primero, que en la misma quede claramente establecido los elementos preventivos con los cuales puede evitarse la aparición de los problemas por mínimos que sean, como el uso de sirenas en cualquier tipo de vehículo, sea ambulancia, carros de funcionarios públicos y militares, y de uso privado, para lo cual dicha ley debe fijar unos mecanismos efectivos de coordinación y planeamiento urbanístico y de planificación acústica, esto es, crear la figura de los Planes Acústicos Municipales como elemento obligatorio en todos los municipios, sin tomar en cuenta su número de habitantes. Esto es, Mapas Acústicos y Programas de Actuación, lo cual permitirá respuestas inmediatas para su ejecución frente el desorden existente en el tránsito vehicular. De hacer esto, no habría dudas y las infracciones y sanciones tenderían a garantizar el cumplimiento de los estándares de calidad que la propia norma fije. De hacer esto el Gobierno daría respuesta al compromiso que tiene de mejorar la calidad de vida y salud de todo el pueblo, ya que la mayoría de sus habitantes viven hoy en las distintas ciudades de la República.

Las normativas que aspiro sean establecidas acabarán con el mal uso que hacen de las sirenas los conductores de los vehículos autorizados y no autorizados y los ciudadanos podremos dormir en paz, y, de día, sin los atropellos que sufrimos con tantos motoristas y vehículos sin silenciadores en sus motores. Para la elaboración del proyecto de Ley que proponemos, deberían formarse un comité con participación de las universidades, sindicatos de choferes, arquitectos, directores de tránsito terrestre, las Cámaras de Comercio, las Juntas de Vecinos, los Ayuntamientos, Obras Públicas, el Consultor Jurídico de la Presidencia, y el Ministerio de Medio Ambiente. Esta ley podría llamarse Ley de Protección contra los Ruidos.