La crianza de vacunos se ha convertido en inversión de alto riesgo, y lo mismo da que sea  ganado de carne o de leche.

Las fincas de crianza de vacunos han quedado a merced de los cuatreros, que lo mismo sacrifican y venden reses de carne o de alto rendimiento lechero cuya crianza ha costado dinero y esfuerzo a los criadores.

El presidente de la Federación de Ganaderos del Cibao Central y el Nordeste (Fegacibao), Viterbo Martínez, manifestó preocupación por la ola de robo de reses que azota a varias provincias del Cibao. En otras demarcaciones geográficas está ocurriendo  lo mismo.

Las autoridades hacen muy poco por proteger la ganadería, y cuando los ganaderos han pretendido crear sus propios grupos de protección, se les ha impedido bajo argumento de que tomarían la ley en sus manos.

El hecho es que el campo ha quedado a merced de los cuatreros, cada día aumentan los robos de ganado y la inversión en esta actividad va perdiendo estímulo. Mucha  gente ha abandonado la crianza de ganado por esa causa.

El Estado tiene que esforzarse por mejorar la seguridad ciudadana, que cada día se deteriora más. Eso incluye la protección de la inversión y la actividad económica lícita. No se puede dejar a los ganaderos a merced de los cuatreros.

El reclamo de los jueces

Los jueces de los diferentes tribunales del país ejercieron ayer el derecho a reclamar mayor asignación presupuestaria para el Poder Judicial. Aplaudimos que lo hicieran de manera simbólica, vistiendo de negro, y no mediante la paralización de labores que  había sido convocada. Los magistrados aspiran a que el sector reciba en 2012 una asignación equivalente al 2.66% del Presupuesto General del Estado.

El Poder Judicial ha logrado muchos progresos. Los criterios de selección de jueces garantizan mejoras cualitativas en la administración de justicia.

Pero la Justicia tiene que continuar mejorando y para eso necesita más recursos económicos. Desde ese punto de vista es justa la demanda de los jueces. La Cámara de Diputados debería ponderar este reclamo y medir la posibilidad de satisfacerlo.