A modo de recordatorio

A modo de recordatorio

El incendio y estallido de un camión cisterna y un tanque estacionario cargados de gas licuado de petróleo (GLP), ocurrido la madrugada de ayer en Santo Domingo Este, que causó quemaduras al menos a una decena de personas y daños a propiedades,  debe motivar una revisión de todo lo relacionado con la ubicación y operación de plantas de expendio de este combustible.  Lo primero es que una investigación deberá permitir identificar las causas del incendio y las explosiones, y comprobar si el personal que trasvasaba gas del camión al tanque estacionario tiene la calificación requerida para este tipo de operación.

En la zona urbana, la mayoría de las plantas  de expendio de GLP están ubicadas en zonas densamente pobladas. La multiplicación del número de estos establecimientos se ha debido, entre otros motivos, al incremento de la demanda de gas por parte de automovilistas y hogares. Es necesario retomar como rutina las inspecciones periódicas a estos establecimientos y comprobar si emplean personal entrenado para prevenir incendios y saber qué hacer en cada caso, y si tienen los equipos requeridos. Es cierto que ocurrencias como la que nos ocupa son aisladas, pero cuando se producen ponen en riesgo a muchas familias  y sus propiedades. Sería prudente actualizar  los criterios que se aplican en la concesión de permisos para autorizar la instalación de estos negocios.

Adquisición que compromete

El sector oficial afirma que desde su compra por parte del Estado, EdeNorte y EdeSur han mejorado sus cobranzas y su relación de servicio con los usuarios y los generadores que les suplen electricidad. Esto hay que estimarlo como un logro que contrarresta las críticas hechas por diversos sectores a esa operación de compra. La adquisición de EdeEste, por consecuencia, compromete al Estado a mejorar las cobranzas y el servicio a los usuarios.

A menos que en los planes del Gobierno esté traspasar las acciones de EdeEste a adquirientes privados, tiene que comprometerse a mejorar el desempeño,  disminuyendo el hurto de energía, y entiéndase como hurto no solo el que cometen los usuarios que no pagan, sino también el que cometen las distribuidoras que no rebajan de las facturas las horas de apagones. Si EdeNorte y EdeSur funcionan también como dice el sector oficial, debe asumir el compromiso de hacer lo mismo con EdeEste.

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