A partir del jueves desalojados Valle Nuevo tendrán vida digna

A partir del jueves desalojados  Valle Nuevo tendrán  vida digna

Valle Nuevo, Constanza
Tras muchos años viviendo en ranchetas, sin energía, agua potable, alejados de hospitales y escuelas, la vida de 51 familias residentes en el Parque Nacional Valle Nuevo apuntan a un cambio a partir de su reubicación en el proyecto Villa Poppy con los servicios básicos, viviendas dignas y tierra para cultivos.
Al pasar más de un año de incertidumbre y resistencia, hoy los beneficiarios manifiestan estar contentos por dejar el parque. Dicen estar conscientes que el área protegida debe ser abandonada a fin de garantizar la producción de agua para la población.
Ahora piden al Ministerio de Agricultura apoyo para iniciar los cultivos en las cuatro tareas que se le han asignado en Villa Popy, proyecto a ser inaugurado este jueves por el ministro de Medio Ambiente, Francisco Domínguez Brito.
Se recuerda que el desalojo de estas familias forma parte del cumplimiento de la resolución 14-2016 del 29 de septiembre del 2016 que ordenó un plan de rescate de Valle Nuevo donde la agricultura intensiva y extensiva, precedida de deforestación mantenían diezmada la producción de agua en esa zona de la cordillera Central, donde nacen los principales ríos del país.
En este proceso el Ministerio de Medio Ambiente identificó 409 productores, de los cuales 51 eran pequeños agricultores y, por ende, a los únicos que ofrecería alternativas.
Testigos. Uno de los beneficiarios es Manuel Rosario, quien lleva 42 años residiendo en la comunidad El Castillo y ahora está conforme con su traslado al proyecto de Río Grande.
“Estoy de acuerdo con el cambio porque no es necesidad por mí solo. Uno tiene que adaptarse. Yo sembraba papa y ahora voy a sembrar lo mismo. Pero no tenemos recursos para trabajar la parcelita; aunque no es la misma producción que en la loma, si arrancamos con algo de suerte podemos vivir”.
Francis Aquino Fernández, padre de tres hijos, señala que antes tenían dudas y ahora comprende su desalojo con la necesidad de preservar el medio ambiente. “Teníamos mucha duda porque siempre habían quienes ofrecían y no cumplían y por lo menos vemos que es una realidad lo que el ministro ofreció”.

Igual considera Ramón Antonio Suero, residente en La Siberia, donde cultivaba 15 tareas y ahora tendrá cuatros. “Con eso aunque sea la familia se sostiene”, pero igual pide Agricultura vaya en auxilio de ellos.
Mientras Lilibel Fernández, madre soltera quien laboraba en las parcelas limpiando fresas y vainitas, manifiesta su alegría por cambiar de ambiente, ya que sus hijos de 14, 11 y 10 años, tenían que caminar casi ocho kilómetros diarios para ir a la escuela de la comunidad El Convento.
Igualmente Adriana Valenzuela, de 45 años, quien “echaba días” en parcelas dijo estar conforme con el cambio de vida.
“Estamos contentos porque ahora vamos a estar más cerca del pueblo, de la escuela, el hospital”, expresó Sonia Rodríguez.
Una que no está conforme es Marianely Sánchez, quien con cuatro hijos, no está en el listado de beneficiarios porque supuestamente no fue censada como independiente porque vive al lado de su madre, por lo que pidió ser incluida.
Características. El proyecto Villa Poppy lleva el nombre en honor al fallecido Poppy Bermúdez, cuya familia donó 120 tareas para reubicar a las pequeños productores. Son 53 viviendas y 51 familias, ya que las dos restantes servirán para la gobernación y el ecoturismo.
Las casas tienen entre 54 y 66 metros de construcción en bloques y madera. Constan de sala, cocina, dos habitaciones, baño y área de lavado. Las unidades serán equipadas.
El proyecto está dotado de energía, agua potable, para riego, planta de tratamiento, un centro comunal, calles y aceras.
Las viviendas son construidas por Medio Ambiente, el Instituto Nacional de la Vivienda (Invi), Leche Rica y otras entidades.
Según explicó Alejandro Jacques, jefe de Gabinete del Ministerio de Medio Ambiente, los residentes serán capacitados en ecoturismo, artesanía, producción de mermeladas y otros oficios porque la idea es crear un proyecto ecológico y que se pueda hacer turismo de montaña.
“No es un proyecto que se está haciendo meramente para entregarles a ellos una vivienda, sino un estilo de vida, una nueva forma de vida”, expresó tras agregar que no es posible que siendo la zona generadora de tanta riqueza esas personas vivieran bajo esas condiciones.
En cuanto al monto de la inversión, indicó que aún no lo tienen ya que diversas entidades han cooperado, tras significar que para construir ese proyecto ha habido mucho sacrificio y esfuerzo debido a la distancia, el clima y la oposición que inicialmente tuvieron.
Productores. Mientras los medianos y grandes productores del parque esperan que ahora las autoridades les presenten alternativas hacia donde continuar con su producción agrícola.
Gabriel Durán Victoriano, presidente de la Asociación Productores Montellano, declaró que apoyan la solución dada a las 50 familias que vivían en la zona núcleo, pero que estas solo representan la minoría de los afectados.
Dijo que tienen muchas deudas, ya que llevan casi 15 meses sin producir.

Aseguró que ellos estaban ubicados en la zona de amortiguamiento y lugares más llanos donde si se puede cultivar. Mientras que Manuel Frías alegó que los productores solo ocupaban una pequeña parte del parque que tiene 910 kilómetros cuadrados.
Atribuyen el encarecimiento de productos a su desalojo, ya que allí se producían al año 300,000 quintales de cebolla, 200,000 de papa y 180,000 de zanahoria.

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