A peregrinar: de Santo Domingo a Higüey

A peregrinar: de Santo Domingo a Higüey

Leonor Asilis

La peregrinación ha ocupado siempre un lugar importante en la vida del cristiano.

Todos somos peregrinos en este mundo.

A lo largo de la historia, el cristiano se ha puesto en camino para celebrar su fe en los lugares que señalan la memoria del Señor o en aquellos que representan momentos importantes de la historia de la Iglesia. Ha visitado los santuarios que honran a la madre de Dios y los que mantienen vivo el ejemplo de los santos.

Su peregrinación ha sido proceso de conversión, ansia de intimidad con Dios y súplica confiada en sus necesidades materiales. En todos y cada uno de sus múltiples aspectos, la peregrinación ha sido un maravilloso don de gracia para la Iglesia.

En nuestra tierra dominicana, a mis ojos, Belén de América, pues aquí entro el cristianismo en el continente que San Juan Pablo II llamo el de la esperanza. Aquí también fue sembrada la primera cruz en el Santo Cerro, el primer bautismo, la primera iglesia, catedral, catequista, y el primer culto a la Madre de Dios. Aquí me detengo, en Ella, la Virgen de la Altagracia.

Les recuerdo nueva vez que estamos celebrando gracias a la buena disposición del papa Francisco su año jubilar (por el centenario de su coronación como Protectora nuestra) tiempo maravilloso en que podemos recibir indulgencias espirituales.

Sabemos que aunque su culto se inició en la Arquidiócesis de Santo Domingo, precisamente su imagen estuvo por vez primera en la capilla (hoy del Santísimo del Santuario que lleva su nombre en la zona colonial), y que fuese la del Hospital San Nicolás de Bari hoy mejor conocido el lugar como las ruinas de San Francisco justo al lado del Santuario, el fervor se agigantó en nuestro pueblo por múltiples favores que el espacio no me permitirá exponer, exceptuando el que deba resaltar aquel milagro del florecimiento del naranjo y la aparición de la imagen al padre afanoso de conseguir la misma a su pequeña hija en haca varios centenarios y que por su influencia importantísima en la fe de los dominicanos llevo a que esa región del país, mejor dicha provincia y también diócesis lleve su nombre, La Altagracia.

Todos conocemos la historia. Sin embargo, la historia sigue y nosotros con ella. Nuestro Arzobispo, S.E.R. Monseñor Francisco Ozoria nos invita a acompañarle como arquidiócesis a peregrinar juntos a su Basílica en Higüey  este sábado 2 de octubre en una logística diseñada con mucho amor y cuidado tomando en cuenta estrictas medidas de protocolo en razón de la pandemia.

Animan de forma especial los medios católicos arquidiócesis:

Multimedios Vida de la Arquidiócesis de Santo Domingo (Televida, Vida FM 105.3, Radio ABC 540AM y Diario Católico RD).

El Obispo anfitrión, de Higuey, S.E.R. Monseñor Jesús Castro recibirá al Arzobispo de Santo Domingo y a los peregrinos e impartirá una Conferencia Magistral – “Virgen de la Altagracia, Reina y Soberana del Pueblo Dominicano”. Mons. Jesús Castro Marte, Obispo de la Diócesis de La Altagracia.

La Eucaristía pautada para las 10:00 am será -presidida por Mons. Francisco Ozoria Acosta, Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo y Primado de América.

Recordamos que esta peregrinación será el sábado 2 de octubre 2021.

La salida será en el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte, saliendo a las 6:00 am.

Costo: RD$1,200 pesos cuyos fondos a recaudar serán destinados a los medios de comunicación de la arquidiócesis (incluye: transporte ida y vuelta, comida, paseo al museo, momento artístico, seguridad y protocolos de salud).

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