Representantes de los productores de café lamentaron que el  Día Nacional del Café encuentre  al sector a la deriva  a pesar de los buenos pronósticos a nivel internacional y el prestigio que  ha conseguido el café dominicano en los mercados mundiales.

Rufino Herrera,  presidente, Leonardo Valverde, vicresidente, y  Merari Sánchez, secretaria  de la Confederación Nacional del Café dijeron que la realidad es que el país tiene los más bajos indicadores de las últimas cuatro décadas de  producción, exportación y generación de divisas.

Las exportaciones han disminuido de manera exponencial y dan cuenta de cuál es la situación del sector. En la década del 1980-1890 el país promedio exportaciones por 690 mil quintales al año.

En  la siguiente década (1990-2000), el promedio fue de  450 mil quintales por año.

Explicaron que la última década apenas llegó a 104 mil quintales por año.

Sostuvieron que es una auténtica tragedia que el país haya  tenido que importar café para poder satisfacer el consumo local.

El cuadro de la crisis de la caficultura es dado por la  avanzada edad de las plantaciones, que es una de las causas de la baja productividad, a lo cual se suma la  escasa o total  ausencia de   apoyo técnico y  financiero.

Plantearon que la falta de servicios sociales en las comunidades cafetaleras ha provocado la migración de más de 20 mil familias productoras en los últimos 20 años.

En ese mismo período la producción se ha reducido en un 31% y las exportaciones han descendido en un 15% y en la misma proporción  la generación de divisas.

A pesar  de que 50 mil familias que aún permanecen en esta actividad  protegiendo las principales cuencas de los ríos, en las que se encuentran las grandes hidroeléctricas y embalses de agua para los acueductos de las grandes ciudades, según el informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el 74 por ciento  vive en condiciones de pobreza.

A su juicio, las autoridades hacen muy poco para superar la crisis que afecta el sector, haciendo oído sordo ante nuestros reclamos.

Consideraron que el caso del  ministro de Agricultura  y presidente del Consejo Dominicano del Café, Salvador Jiménez, refleja la inercia.

Señalaron que hace más de un año que le solicitamos una cita y  hasta el momento no ha tenido tiempo para responder a la solicitud de reunirse   con las organizaciones del sector cafetalero.   

Plantearon que las autoridades manipulan las exportaciones de café orgánico como un logro cuando en la realidad es la agonía de un sector que no tiene insumos ni tecnología para producir como hace 30 años.

“Esperamos que el espacio pagado de salutación que colocará el gobierno con motivo de la fecha, incluya el momento en que la autoridad se pueda reunir con los productores”, plantearon Herrera, Valverde y Sánchez.

Las claves
1. Mal posición

El país tiene los más bajos indicadores de las últimas cuatro décadas sobre producción, exportación y generación de divisas, según la Confederación Nacional del Café.

2.  Tragedia

Sostuvieron que es una auténtica tragedia que el país haya  tenido que importar café para poder satisfacer el consumo local.