A Pití Houellemont In Memoriam

A Pití Houellemont In Memoriam

Con la desaparición de Pití Houellemont (Eduardo Houellemont Roque), el país pierde a un hombre y ciudadano que supo honrar a su patria a través de su existencia como un exponente de sus mejores valores, retornando a mi memoria aquel 1961, donde nació la Federación de Estudiantes Dominicanos (FED), dejando Pití una huella en todos los que tuvimos el privilegio de conocerlo y cultivar su amistad. Pití fue un hombre íntegro a cabalidad.

Ahí, dentro de esa coyuntura en que surgió la Federación de Estudiantes Dominicanos (FED), en la lucha contra los remanentes de la tiranía, se forjó un grupo de hombres y mujeres que luego incidirían en la vida de nuestro país y como miembro de la FED que fui, siempre pude calibrar entre ellos la serenidad, pragmatismo y frío humor de Pití, en las coyunturas críticas de junio-diciembre del 1961 y más allá.

Fue en el marco de la FED y su historial de lucha en esa etapa contra los remanentes de la dictadura como la lucha por la autonomía y el fuero universitario que interactuando en los arduos debates de la FED, frente a lideratos en ciernes de los diferentes grupos políticos que integraban la misma, pude apreciar cómo las intervenciones de Pití, muchas veces con la sonrisa y una fina ironía en su rostro, desactivaba situaciones de tensión, abriendo paso a decisiones colectivas. Ese humor se transparentaba en su mirada.

Aquella fue la FED de Asdrúbal Domínguez como Secretario General, estudiante de ingeniería en ese entonces, el autor de este artículo como subsecretario general; René Sánchez Córdova, Leopoldo Grullón, Rafael Castan, Rafael Alburquerque, Arita Bergés, José Joaquín Puello, Bernardo Defilló, González Cano, Jesús María Hernández, Pití Houellemont, Julito Hernández Luperón, Marino Espinal, Armando Hopelman y otra pléyade de jóvenes a los cuales les pido excusas por omitirlos, pero todos jugaron un rol muy relevante en esa etapa de lucha universitaria. Junto a otros más, dentro y fuera de la FED.

 Como testigo de la vida del ciclo histórico que va desde 1961 a la fecha, compartiendo las vivencias de las vidas de muchos de los miembros fundadores de la FED, puedo afirmar que la vida de Pití Houellemont, su vocación de servicio al país, su ejemplo como diplomático en varios países, debería ser un paradigma para las nuevas generaciones sintiéndose orgullosa su familia de un hombre que como Pití, dejó una huella indeleble en todos los que lo conocimos.

En mis funciones como Embajador en Washington, en el período (1999-2002), compartimos con Pití un momento de dolor, ya que su querida hija Marcell laboraba en la Embajada y tuvo un embarazo riesgoso, tuvo su hijo y luego fue llamada al seno del Señor.  Paz a nuestro inolvidable amigo Eduardo Houellemont Roque (Pití) y nuestras sentidas condolencias a su esposa Casilda, a toda su familia, hijos y hermanos.

Pití fue un dominicano del que todos nos sentimos orgullosos.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas