¡A planificar nuestros proyectos!

¡A planificar nuestros proyectos!

Para mí es mucho más que una mera función administrativa, la planificación. Puesto que la misma debe comprender el análisis de una situación, el establecimiento de objetivos, la formulación de estrategias que permitan alcanzar dichos objetivos, y el desarrollo de planes de acción que señalen cómo implementar dichas estrategias.

Se conoce como planificación, planeación o planteamiento, a ese proceso de toma de decisiones para alcanzar un futuro deseado, teniendo en cuenta la situación actual y los factores internos y externos que pueden influir en el logro de los objetivos.

Básicamente, porque el propósito de la planificación debe ser organizar de manera anticipada las actividades que se llevarán a cabo, y no perder la relación que debe existir entre la planificación y la práctica (el ejercicio de su tarea).

A veces se cree que solamente hay que planificar y listo, y no revisar después lo planificado. Sin embargo, no es así. Tan importante es planificar, como monitorear el seguimiento del cumplimiento de la misma, para reprogramar lo que sea necesario, según las situaciones o circunstancias emergentes.

Además nos permite clarificar lo que queremos lograr; así como para ir marcando y reconociéndote, lo alcanzado.

Uno no llega a ningún lugar cuando no sabe a dónde va. Así que, si no planificamos y fijamos metas temporales, no tendremos el enfoque y la capacidad para cumplir los objetivos. Porque la planificación nos permitiría también anticipar cuál es el mejor escenario para la consecución de nuestros objetivos.

Para una buena planificación, la primera pauta es claramente definir los objetivos a alcanzar y no desviarse de ellos, pero los mismos deben ser SMART (en relación a su siglas esto significa: específicos, medibles, alcanzables, realistas y oportunos), y deben siempre ser formulados en términos positivos.

Y para asegurarnos de que los objetivos que nos hemos propuesto nos van a dar la fuerza que necesitamos para conseguirlos, conviene pasarlos por el filtro CAMP, que según los peritos, nos ayudaría a comprobar que esos objetivos sean:


• Concretos: que sea un objetivo específico, ser tan claro que no podamos tener ninguna duda de si los hemos conseguido o no.

• Alcanzables: debe suponer un reto para que nos motive, pero no debe de ser imposible de conseguir.


• Medibles: es muy importante poder controlar el progreso de ese objetivo. Poder medirlo y ver el avance de lo que estamos haciendo, nos anima a seguir hacia la meta final.

• Plazos: si no ponemos fechas a nuestros objetivos es más fácil ir dejándolo para otro momento, por lo que ponerles fechas es una clave básica para realizar nuestras tareas.

¿Si no somos capaces de hacer el plan, cómo vamos a ser capaces de realizarlo? Si no planificamos y fijamos metas temporales, no tendremos la capacidad para cumplir los objetivos. Porque la única diferencia entre un sueño y un objetivo, es una fecha.

Así que, manos a la obra! A planificar nuestros proyectos…

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