A Pleno Pulmón

<P>A Pleno Pulmón</P>

En el año 1899 mataron en Moca al Presidente Ulises Heureaux.  El general Lilis, “buen político y pésimo administrador”, cayó abatido a tiros; y con él, toda la economía, el orden público, el “sistema político dominicano”.  Al desorden que siguió a esa muerte se le llamó “la olla de grillos”.  Duró hasta 1916.   La intervención militar norteamericana concluyó en 1924.  Horacio Vásquez, caudillo rural y “grillo político”, ganó las elecciones ese año.   Su seguidores corearon después: “Horacio o que entre el mar”.  Entró Trujillo en 1930; lograron sacarle en 1961 a fuerza de tiros, coraje, odio.  Entonces comenzó la época de Balaguer, electo en 1966 tras otra intervención extranjera.

 De la política se ha dicho siempre que “es una calamidad”; una calamidad prolongada en larguísima línea de puntos, añadía mi profesor de geometría.  Lilis con décimas, Trujillo con merengues, nos mantuvieron “agarrados por el bozo”.  Las explicaciones que hacían algunos maestros sobre la historia dominicana parecían “dogmas de antropología cimarrona”.  Nuestro pueblo, a causa de las mezclas raciales, padece  “tres taras”: la indolencia taina, el desorden ibérico, el resentimiento de los esclavos negros.  Por eso, no nos salva “ni el médico chino”.   Nos gustan demasiado: la hamaca, la lotería, el ron de caña. 

 También los pleitos por preeminencias sociales, los empleos de poco trabajo, el “dinero fácil”.  Es aquí donde “la puerca” ha recibido el más violento retortijón en el rabo.  El dinero de negocios turbios rueda ahora de mano en mano.  El blanqueo de riqueza sucia facilita la urbanización, la venta de vehículos, las inversiones en bienes raíces. Los procesos judiciales contra narcotraficantes son “espectáculos de masas”.  Campea en ellos el gozo por “la vida regalada” que produce la complicidad con funcionarios públicos, autoridades policiales.

El 26 de julio de 1999 se cumplieron 100 años de la muerte de Lilis; el próximo 30 de mayo se cumplirán 50 de la caída de Trujillo.  Un siglo antes de matar a Lilis, tres grandes potencias –Francia, Prusia, España- , firmaron el Tratado de Basilea.  Francia “devolvió” territorios a España; España cedió a Francia la parte Oeste de la isla de Santo Domingo.  ¿Volveremos a “los efectos” de Basilea?  Los viejos maestros eran podadores de ilusiones sociales.

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