A pleno pulmón

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Liderazgo responsable

El mundo actual está huérfano de líderes responsables, conscientes de su misión social,  de su papel primordial como “rectores colectivos”.  En un viejo libro mío: “Empollar huevos históricos”, publicado en 2001, aparecen dos ensayos titulados: “Líderes políticos de cartón” y “Descenso mundial en la calidad de los lideres políticos”.  Desde hace tiempo se veía venir este fenómeno, que cobra cada día mayor intensidad; ocurre en Europa, en América, Asia, África.  Hay, desde luego, excepciones, aquí y allá.  Pero son casos extraordinarios.  Se acabaron los tiempos de Roosevelt, De Gaulle, Churchill, que amaban sus respectivas naciones por encima de todas las cosas.

Quiero decir por encima de sus intereses personales y de las vanidades inseparables de todos los hombres públicos.  De Gaulle, militar notable y político conservador, fue un héroe nacional antes, durante y después de la Segunda Guerra Mundial; en horas durísimas para su país experimentó la convicción de que él mismo era Francia.  Churchill, constitutivamente “tory”, odiaba a los comunistas.  No vaciló en aliarse con Stalin para combatir a los alemanes que bombardeaban Londres y amenazaban la supervivencia del imperio británico.  Utilizó sus dones de persuasión y habilidades oratorias para ayudar a su pueblo a resistir la adversidad.  Ninguna consideración ideológica puede ocultar los hechos: ambos fueron líderes responsables.

En la República Dominicana hemos tenido líderes responsables; en el pasado remoto y en el reciente.  Balaguer, Bosch y Peña Gómez, antes que desarticular el país en pugnas egoístas sin sentido nacional, preferían pactar; y lo hicieron en varias ocasiones. Para honra suya y beneficio del país. En una época dominada por las reglas del “marketing” y el “efectismo” publicitario, vale la pena replantear estos dolorosos asuntos.

En momentos de déficits fiscales, trastornos monetarios internacionales, incertidumbres acerca del suministro del petróleo, es imprescindible contar con un liderazgo responsable.  En Venezuela, la sociedad está partida en dos; en EUA hay creciente preocupación por el monto enorme alcanzado por la deuda pública.  Es alentador comprobar que, en medio de tantos escollos, el Presidente Medina se atreve a exigir de la empresa Barrick Gold mejores términos contractuales.  Promover la producción interna de las Pymes es síntoma de que se asumen responsabilidades en dos áreas fundamentales: comida y divisas.

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