A PLENO PULMÓN

A PLENO PULMÓN

Descorrer la cortina

–¿Usted ve aquel hombre sentado en la mesa del fondo?      –¿El que tiene barba de tres días y una camisa negra? –Ese mismo; fíjese bien, sobre la mesa hay tres teléfonos celulares.       –¿Para qué usa tantos celulares, no basta con uno? –Eso sería para el hombre antiguo, no para el “hombre nuevo” de la época digital,  –¿Qué quería decirme usted al señalar al sujeto de los teléfonos? Lo primero es que parece ser el prototipo del “hombre nuevo”.  Un teléfono lo paga él; otro lo paga la oficina de bienes raíces donde es vendedor; uno lo usa para hablar con su familia, el otro es para los negocios.

 –¿Para qué le sirve el tercero? –Ese está a nombre de otra persona que lo consiguió “por la izquierda”.  Solamente lo utiliza para hacer citas con mujeres y para ciertas operaciones de las que prefiere no dejar rastro en los otros teléfonos.  En el “tercer móvil” recibe fotografías de los pechos o las nalgas de las muchachas que quieren salir con él.  Este teléfono, como debe suponerlo, está provisto de grabadora.  Ni lo usa, ni lo mueve, cuando hay otras personas en la mesa.  Él habla por el “teléfono personal” con su mujer; lo cierra diciendo: “estoy tratando con clientes; no llamen hasta dentro de hora y media”.

 –Así todos quedan enterados de que no habrá interrupciones; los teléfonos apagados ni siquiera sonarán.  Los móviles permanecerán sobre la mesa, confundidos con vasos, recipientes para hielo, cajetillas de cigarrillos que no pueden consumirse dentro del restaurante.  A los tres tragos los contertulios hablan como si fuesen pericos de feria.  El “hombre nuevo” trabaja a toda hora, con alcohol y teléfonos, fuera de la oficina, en barras, moteles o prostíbulos.

 –Le explico estas cosas porque las personas que vienen a comer aquí no se dan cuenta de lo que ocurre a su alrededor.  En este lugar es frecuente encontrar militares, políticos, hombres de negocios, periodistas, funcionarios.  El “hombre nuevo” considera que lo que ve y oye aquí es una riquísima “base de datos”.  Puede saber qué piensa “el chofer del personaje” con sólo salir a fumar un cigarrillo.  Los teléfonos son más importantes que los revólveres. ¿Aclarado el asunto?

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