A PLENO PULMÓN
Strauss-Kahn estrucao

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El economista Dominique Strauss-Kahn, director-gerente del Fondo Monetario Internacional, ha salido del juego, burocrático y político, por “strike-out”.  Una fotografía difundida ayer en todos los periódicos muestra el rostro abatido de Strauss-Kahn, sentado en un banco del tribunal penal de Manhattan.  Una mujer dominicana, al ver la fotografía, dijo: “el macho cabrio parece ahora un pollo mojao”.  En Santo Domingo se dice, en el argot beisbolero, que un pelotero ha sido “estrucao” cuando “el árbitro canta” el tercer “strike”.  No es la primera vez que Strauss-Kahn “le marcha”, agresivamente, a una mujer.  Tristane Banon, periodista joven y hermosa, ha dicho que en cierta ocasión se abalanzó sobre ella “como un chimpancé en celo”.

 Henry Kissinger, Secretario de Estado norteamericano, explicó una vez que “el poder es afrodisíaco”.  Por esta vía se intenta justificar la incesante actividad sexual de Silvio Berlusconi: no se trata de simple satiriasis senil; es que el poder político estimula la producción de hormonas.  Berlusconi es un jefe de gobierno.  Vive, pues, en un “contexto afrodisíaco”; está condenado a buscar mujeres, sean marroquíes o nagüeras.  Según parece, la lisonja y el incienso público desencadenan procesos fisiológicos misteriosos.  Los biólogos no comprenden cómo un hombre tímido puede convertirse, por efecto de la adulación, en “un machazo depredador”. 

 Las informaciones disponibles hasta el momento de escribir esta nota consignan: la camarera del “Sofitel” que acusa a Strauss-Kahn de agresión sexual es una “mujer afroamericana, de 32 años, con un metro ochenta de estatura”.  Se ha dicho que llevaba el pelo teñido de amarillo, peinado en forma de “matica de coco”, según nomenclatura de las peluqueras dominicanas de Nueva York.  La camarera se llama Ophelia, nombre trágico de personaje de Shakespeare.  Esta vez, Ophelia no se ahoga en el río; quien ha “caído al baño”, por culpa de Ophelia, ha sido el director del FMI.

 Durante un viaje al África, Strauss-Kahn vio una negra de gran tamaño que le produjo profunda impresión; al verla “reproducida” en NY, dentro de su habitación, creyó que esas fantasías sexuales serian aprobadas bajo “acuerdo stand-by” con el FMI.   El penacho amarillo lo enloqueció.  Esta es una conjetura; otra: enemigos políticos enviaron la mujer para que sucumbiera a la tentación.

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