A PLENO PULMÓN
Acierto en la turbulencia

<STRONG>A PLENO PULMÓN<BR></STRONG>Acierto en la turbulencia

La “independencia efímera” duró exactamente setenta días.  El licenciado Núñez de Cáceres proclamó la independencia y dio a conocer su “Acta Constitutiva” el 1ero. de diciembre de 1821.  El nueve de febrero de 1822 entraron en la parte Este de la isla las tropas del Presidente Boyer.  Según se ha dicho muchas veces, Núñez de Cáceres “encomendó” el nuevo Estado naciente a la protección de la Gran Colombia (Venezuela, Nueva Granada, Ecuador), presidida ya por el libertador Simón Bolívar.

Este paso de la historia dominicana no requiere de mayores precisiones, pues todos los estudiantes de la escuela elemental están informados de “ese antecedente de la independencia de 1844”, que marca el comienzo de la dominación haitiana.  Lo consigno con el único propósito de que el lector distinga las realidades políticas concretas de los proyectos sociales basados en ideales y deseos.  Boyer, heredero de Petión en el Sur, se convirtió en unificador de Haití al morir el rey Henri Christophe en 1820.  La unificación total ocurrió en 1822.  Las realidades políticas inmediatas prevalecieron sobre buenos deseos sin fundamento social suficiente.

Los gobernantes de todos los tiempos, compelidos a actuar en medio de fuerzas que se oponen a sus proyectos políticos, deben medir continuamente las distancias que separan lo real de lo meramente posible.  Para no equivocarse en esa estimación de “posibilidades políticas futuribles”, se necesita de la inteligencia y del olfato, de la razón y los sentidos.  Acción y reflexión en perfecta sincronía es llave de triunfo, en negocios y en política.  Núñez de Cáceres no logró esa afortunada simbiosis.

Ahora, en nuestra época, la incertidumbre es mayor que en otros tiempos de relativa estabilidad económica, política, social.  No en balde John Kenneth Galbraith bautizó el presente con el nombre de “The age of uncertainty”, esto es, “La edad de la incertidumbre”.  Hace poquísimo tiempo, el antiguo director del Sistema de la Reserva Federal de los Estados Unidos, Alan Greenspan, publicó un libro titulado: “La edad de la turbulencia”.  Seguía la pauta trazada por Galbraith, pero poniendo mayor  énfasis sobre el sistema financiero mundial.  La tarea más difícil para un político de la actualidad es lograr el acierto en medio de la turbulencia y la incertidumbre.

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