A PLENO PULMÓN
Acontecimientos en curso

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El porvenir de nuestro país parece estar preñado de acontecimientos “posibles” y “probables”; tal vez la preñez se deba a los muchos desarreglos y “promiscuidades” de hoy.  El futuro se define como “lo que aún no es”.  A los hombres prácticos no les gusta oír hablar de “lo que no es”.  “No pierdo mi tiempo bregando con lo que no existe”.  “Puedo viajar en un automóvil de este año, nunca en uno del futuro”.  Y así despachan rápidamente las conjeturas y especulaciones de politólogos e historiadores.

El “embutido noticioso” de esos días es realmente perturbador. En primer lugar tenemos la llamada crisis global; no se sabe todavía cuándo acabará, ni cuáles serán sus consecuencias para la China y los Estados Unidos.  Cada país, de acuerdo con sus propias características económicas, dejará de vender esto o de producir o importar aquello.  ¿Vendrán menos turistas? ¿Llegará el próximo año la misma cantidad de remesas en moneda fuerte?  ¿Habrá suficientes empleos? ¿Disminuirá la inversión?  Estas son preguntas pertinentes no sólo para economistas y empresarios.  La gente, el público, el pueblo, con mayor o menor precisión, piensa en ellas con angustia.

La producción de energía eléctrica es otro asunto conflictivo que no parece tener solución a la vista.  La reforma constitucional en curso está removiendo algunos temas explosivos:  la libertad de prensa, los “alcances” del derecho de propiedad, las facultades del Presidente de la República, el aborto, la nacionalidad de los inmigrantes que invocan el “jus soli”.  Son problemas que se agregan a los puramente económicos, que tocan resortes sensibles de las costumbres, de los prejuicios, de los intereses. 

  El “embutido noticioso” es realmente perturbador. En primer lugar tenemos la llamada crisis global; no se sabe todavía cuándo acabará, ni cuáles serán sus consecuencias.

La sociedad dominicana, como otras muchas, sobrevive en medio de una extendida criminalidad.   Contener la delincuencia es una difícil tarea colectiva.  En la América hispánica se observan con claridad cambios importantes; en los EUA también.  En Bolivia, Venezuela, Uruguay, Ecuador, Nicaragua, El Salvador, han triunfado electoralmente candidatos que representan el “segundo debut” del socialismo.    Para concluir, diremos que la corrupción – privada y pública – amenaza con poner patas arriba la calidad de la vida civil.  El nivel de auto exigencias personales ha descendido drásticamente. Ese conjunto de acontecimientos en curso no es halagador.  Apunta hacia la desacralización y la ruptura.

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