A PLENO PULMÓN
Alone Malone Solano (2)

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Alone Malone Solano vivió sola todo el tiempo que estuvo trabajando en la farmacia de Montego Bay.  Fui a la farmacia buscando unos medicamentos que le habían recetado a un periodista enfermo del corazón; acompañaba aquel día a un empresario, propietario de varios periódicos, muy preocupado por la salud de su “editor” principal.  Al saber que yo era dominicano, Alone se interesó en que nos despacharan con rapidez las medicinas.  Para comprarlas teníamos que cumplir con ciertos requisitos legales, “si no éramos residentes”.  Después de pasar por la ventanilla de caja a recoger el “certificado de venta”, dijo: –Vuelva por aquí “para que hablemos”.

 Su pronunciación en español era tan graciosa como ella misma; hablaba con acento inglés de las islas británicas del Caribe; pero con un dejo cibaeño inconfundible.  Empleaba palabras en desuso o ligeramente deformadas.  En su boca sonaban bien porque se “contagiaban” de su amabilidad y simpatía.  Era entonces una mujer de unos 35 años, con ojazos negros, piel morena brillante y tersa; su sonrisa alegre fue lo primero que percibí de ella; por encima de la mesa del despacho, saludaba a los clientes conocidos, ayudaba a los empleados jóvenes con poca experiencia en el servicio.

Los organizadores de la conferencia periodística habían fijado un día “casi libre” para que los participantes conocieran “lugares históricos” de la zona donde estaba el hotel.  Pensé ir a la farmacia a conversar con la barloventina-dominicana.  Pero sonó el teléfono en mi habitación.  –Soy Alone Malone; estoy en el “lobby” con un dominicano que me ha dicho que usted, además de periodista, es escritor.  ¿Quiere ir a la casa del padre de Elizabeth Barret Browning?

–Este lugar se llama “Cinnamon Hill”.  Fue una plantación de azúcar operada con trabajo esclavo.  El padre de Elizabeth Barret, quien nació en Jamaica, la heredó de su abuelo.  Ella pasó aquí un tiempo antes de casarse con el poeta Browning.  –Hábleme de usted.  ¿Por qué vive en Jamaica y no en Barbados?   –Bueno, mi madre murió; mi padre viaja a otras islas; me acostumbré a estar sola.  Estudie farmacología, producción cinematográfica; hablo tres idiomas.  Me da lo mismo estar sola en Barbados que en Jamaica.  ¿Le gustaría conocer mi casa?

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