Esta semana ha circulado la fotografía de tres soldados norteamericanos en Afganistán orinando sobre los cadáveres de “unos talibanes”.  Es una imagen deprimente de los “conflictos crónicos” en esa región. Drogas, violencia, invasiones de grandes potencias, son algunos elementos de fondo en ese cuadro atroz que podría titularse a la manera surrealista: “orina y cadáveres”.  En Santo Domingo, la semana pasada, un joven apodado Vantroi, acusado de cometer 36 crímenes, fue puesto en libertad y recibido como un héroe en el barrio donde vivía.  Fue aclamado por estudiantes de la escuela primaria.   Los periódicos dominicanos difundieron esta otra imagen espantosa.  Significa el fracaso del sistema de “administración de justicia”.

 Como en el famoso anuncio de las pinturas Sherwin-Williams, la vergüenza puede “cubrir el mundo”.  Hemos visto que los relojes incautados tras el proceso contra Figueroa Agosto han sido comprados por testaferros del convicto.  Acudieron a las subastas públicas de los bienes de un hombre acusado de lavar dinero sucio.  Puede decirse que el recluso  recupera bienes y lava otra vez dinero mal habido.  Figueroa Agosto es admirado por sus hábitos sexuales, por sus habilidades para burlar perseguidores en tres países.  Su amante, Sobeída Félix Morel, es aun más admirada; pudo levantarse de la miseria y consumir el mejor champagne, evadir largas penas de prisión, exhibir su hermoso cuerpo en las redes de “Internet”.

 Sobeída es “bella, rica, famosa y protegida”.  Ha superado las expectativas de miles de mujeres con educación parecida a la de ella.  Todos los días oímos hablar de que a fulano de tal “le entraron unos cuartos”, un “oro largo” o “un billetaje”.  Los políticos de RD se acusan  continuamente de “urdir trampas electorales”, de “sustraer fondos” de las campañas publicitarias de sus propios partidos.

 En nuestra época los niños están “expuestos” a contraer cualquier enfermedad de la conducta.  Viven en una “atmosfera contaminada”.  Sexualidad, negocios y política, transitan por el mundo entero en el mismo furgón.   En Korea del Norte gobiernan padres, hijos, nietos, como si fuesen Habsburgos o Borbones.  En Rusia, Putin pretende eternizarse; y ante las protestas, el patriarca de la Iglesia Ortodoxa declara: “no podemos hacer otra revolución”.  En Cuba, Raúl Castro dice: “no hay que hacerse ilusiones”.