¡El mundo está perdido! dicen los habituales de las tabernas, mientras hacen circular confidencias políticas, secretos de Estado, intimidades de negocios de narcotraficantes y funcionarios públicos. Nada opaco es ajeno a la inter-actividad gozosa de los bebedores. Operaciones comerciales por la izquierda, sexualidad de izquierda, ventajismos a la derecha, abusos a dos manos, desfilan por las crónicas de barras con taburetes. El dinero no es un rulo, me explicaron en un popular restaurante de esta capital; tienes que aprender a sacar la lengua a todo lo que ocurre en el mundo; y a practicar el arte del zaramagullón, afirmaron dos, riendo a carcajadas.
Las barras con taburetes cuentan con internacionalistas que examinan cuestiones de alta política en cada país. China. Hu Jintao escogió sucesor. El vicepresidente de China, Xi Jinping, fue designado vicepresidente de la Comisión Militar Central. Siendo vicepresidente, no lo era de la comisión militar. Pudo serlo por designación de Hu Jintao.
El comunismo de China parece ser autocrático, capitalista y militar. Francia. El presidente Sarcozy está decidido a expulsar de Francia todos los gitanos, sean de Rumania o de Bulgaria. Ha desoído los consejos de los organismos comunitarios de Europa. A los luxemburgueses les propuso que recibieran ellos a los gitanos. Sarkozy se divorcia, se casa, desgitaniza y reforma el sistema de jubilaciones.
Italia. Magnate de la comunicación llaman a Silvio Berlusconi; también es magnate de la política. Berlusconi deberá explicar en El Parlamento cómo adquirió una propiedad en la isla de Antigua, en el Caribe antillano, valorada en treinta millones de dólares. A don Silvio no le importa lo que digan los italianos, a quienes recomendó que buscaran trabajo fuera de Italia, como hacen los gitanos que viven en Francia.
¿De las Antillas mayores, que pueden decir ustedes? En Cuba, echarán a la calle millón y medio de empleados; en Haití, la diarrea ha matado cuarenta personas en los últimos dos días; miles mueren por otros motivos. Y cientos de miles emigran a RD. Los muertos del terremoto están enterrados; sin embargo, los vivos no tienen trabajo en la reconstrucción de allá pero sí en las construcciones de acá. A los dominicanos les han recetado ponerse inyecciones de harina de maíz.