Un coronel norteamericano retirado me dijo: “hemos intervenido en Haití varias veces; en una ocasión pasamos diez y nueve años metidos en Puerto Príncipe (1915 – 1934); sin embargo, no hemos logrado que los haitianos jueguen béisbol.  En cambio, en Filipinas se juega béisbol; y lo mismo en Japón o en la RD.  En Haití se juega fútbol; parece que en la patria de Toussaint todo ha de ser a patadas”.  El ex – presidente Clinton comenzará a trabajar en Haití “para echar a andar ese país”.  Trabajará en Puerto Príncipe y en Cabo Haitiano.  Pero se dice dormirá en Casa de Campo.

Otro norteamericano, esta vez un diplomático que estuvo en Haití como miembro de la misión internacional que organizó las elecciones tras la caída de Jean Claude Duvalier, me contó una anécdota pesimista acerca de los líderes haitianos de esa época.  Al reiterar los comisionados que las elecciones serían “libres y democráticas”, varios dirigentes preguntaron: “¿quién tiene que ganar las elecciones?”.  Los diplomáticos insistían en que los votos depositados en las urnas decidirían quien iba a ser presidente.  Los dirigentes, tan pronto tenían oportunidad, volvían a preguntar: ¿Quién ustedes desean que sea el presidente?

Tanto al coronel como al diplomático traté de explicarles que los países del Caribe no disfrutaban de una tradición democrática.  Cuba, Haití, la República Dominicana, habían sufrido muchísimas dictaduras.  En todos nuestros países la gente “no cree” en “la limpieza” de la democracia.  Piensa que todo “ha de ser a patadas” o impuesto desde arriba.  Es difícil remover prejuicios bien arraigados.  Los EUA han celebrado elecciones, cada cuatro años, durante más de dos siglos.  Ojalá que el ex – presidente Clinton pueda contribuir a mejorar la situación de Haití.  Sería algo muy bueno para los haitianos y también conveniente para los dominicanos.

 Los EUA han fracasado repetidamente en su política exterior con Haití.  Recientemente, con Raoul Cedrás y Jean Bertrand Aristide: dos veces con cada uno.  Siendo Presidente de los EUA Clinton hizo una visita a Haití.  El día que llegó a Puerto Príncipe asesinaron a Mireille Durocher Bertin, abogada prestigiosa, critica de los procedimientos políticos del partido “Lavalás”.   Ojalá Clinton conozca los 100 versículos del “Dechoucage”, del ex- sacerdote Aristide.