A PLENO PULMÓN
Brújula y porcelana

<STRONG>A PLENO PULMÓN</STRONG><BR>Brújula y porcelana

La gente se pregunta en todas partes ¿cuál será el perfil económico y político del mundo en el inmediato porvenir?  No están interesados en profecías para la próxima década o el fin del siglo XXI.  Quieren saber qué pueden hacer ahora, en una época revuelta, sin un curso definido y estable.  Por el lado económico tenemos la reciente crisis financiera de los EUA, todavía no superada, según se percibe por las “discusiones de expertos” que no pudieron preverla; también están presentes los problemas monetarios de la comunidad europea.  El dólar y euro confrontan dificultades que proceden de las deudas públicas y de los balances del comercio internacional.

 Los gobiernos han intervenido bancos, emitido moneda en cantidades fabulosas, evitado quiebras de industrias privadas.  La frontera entre la economía privada y la estatal se ha difuminado y, en algunos casos, desvanecido por completo.  ¿Dónde acaba lo privado y empieza lo público?  Rusia y China, dos países cuyas sociedades experimentaron severas transformaciones políticas, representaban en el pasado dos formas  del socialismo tradicional, con economías centralmente planificadas.  Ya no es así. Ahora son dos ejemplos de capitalismo de Estado.

 El viejo libro del economista Joseph Schumpeter: “Capitalismo, socialismo y democracia”, no nos sirve gran cosa para esclarecer problemas actuales.  Pueden existir: capitalismo sin democracia y socialismo con empresarios privados.  Todo es híbrido, compuesto, paradójico.  La China y los EUA son socios comerciales; China vende a EUA mucho más que lo que EUA vende en China.  Ambos países necesitan mercados para sus productos industriales.  EUA paga con dólares el balance negativo de su comercio con China; y China compra con esos dólares montones de bonos del tesoro norteamericano.  Además de socios comerciales, están obligados a ser “socios monetarios internacionales”.

 El dólar y el yuan deben cubrirse las espaldas, apañarse mutuamente, so pena de  desbaratar “un arreglo” que mantiene en pie el “nivel de vida” de chinos y norteamericanos.  Los chinos se han embarcado recientemente en dos grandes proyectos: ser banqueros de Europa y controlar importantes yacimientos de minerales en África.  Los chinos fueron siempre grandes estrategas militares, astutos diplomáticos; inventaron la pólvora, la brújula; también la porcelana.  Saben moverse entre loza fina y “orientar” sus pisadas dentro del “mundo occidental”.

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