A PLENO PULMÓN
Cíclope electrónico

<STRONG>A PLENO PULMÓN<BR></STRONG>Cíclope electrónico

El estado de Texas tiene una extensión de 696,000 kilómetros cuadrados  y una población de 24 millones de habitantes. Ha “recibido” en los últimos tiempos un millón de emigrantes indocumentados.  Ese millón produce allá grandísima “alarma cívica”.  El territorio de la República Dominicana cabe 14 veces en el de Texas;  y su población es más del doble de la nuestra. Sin embargo, aquí no causa mucha preocupación la presencia de millón y medio de indocumentados haitianos.  Los EUA, país rico, culturalmente homogéneo, “de tamaño continental”, mantiene una política migratoria que podríamos calificar de “línea dura”.

 En los EUA hay necesidad de emplear mano de obra extranjera en labores agrícolas estacionales; es una nación formada por emigrantes de las islas inglesas, de diversas naciones europeas; y también por hispanoamericanos del sur, del centro, de las Antillas Mayores.  Esa nación enorme se ha caracterizado por su defensa de los derechos humanos de “las minorías étnicas”.  No obstante, su política migratoria persigue activamente la defensa de su idiosincrasia, de sus intereses culturales de cohesión social.  La defensa cultural corre pareja con la defensa militar, la defensa económica y comercial.  Es claro que no siempre esos intereses coinciden con los de otras naciones, grandes o pequeñas.

En Europa ocurre lo mismo.  Desde el año 2003 está en ejecución la “Operación Ulises”, una iniciativa contra la inmigración ilegal.  Se le llama “dispositivo de vigilancia marítima”.  Gran Bretaña, España, Francia, Portugal, Italia, participan dinámicamente en ese programa.  La Europa Comunitaria organizó  una “política de fronteras” para “vigilar tierras y mares”.  En el Mar Egeo, en el Mar Mediterráneo, los emigrantes tendrán que enfrentar, como Ulises, el cíclope policial europeo de un solo ojo comunal.

Hace 10 años se dijo que el Ejército Nacional había adquirido en Israel “equipos electrónicos”, valorados en 10 millones de dólares.  Tendríamos  luces infrarrojas, computadoras, globos aerostáticos.  Estos maravillosos adelantos técnicos serían instalados a lo largo de la línea fronteriza dominico-haitiana.  También se dijo que se construirían torres que percibirían “movimientos de animales”; desde estas se podría detectar el contrabando y el tráfico de ilegales.  El programa incluía 4 helicópteros y 120 mulos, según anunció el jefe de Estado Mayor.  Finalmente, todo se volvió sal y agua.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas