A PLENO PULMÓN
Cierre de votaciones

A PLENO PULMÓN<BR>Cierre de votaciones

Cuando todos hayamos votado y los resultados de los cómputos sean conocidos, comenzará otra etapa de la vida social dominicana.  Ganadores y perdedores deberán “adaptarse a su nueva situación” de ex candidatos.  El triunfo produce euforia; la derrota puede desencadenar la ira o una depresión profunda.  Las tres cosas deben ser superadas  por los actores políticos, mayores y menores. 

Una vez curados los traumas y apagadas las emociones, tendremos que abrir los ojos a las realidades, económicas y sociales, que el nuevo gobierno enfrentará.  En primer lugar, las reducciones de gastos que proyectan las autoridades de los EUA; también las dificultades monetarias de la Comunidad Económica Europea.

 La República Dominicana tiene problemas internos propios, “localmente originados”: deuda externa creciente, déficit presupuestario elevado, producción insuficiente de energía eléctrica; y algunos otros que omitimos por el momento.   Pero los problemas que confrontan los grandes países que compran nuestra producción exportable no deben ser olvidados.  Todo lo que ocurra con el dólar, el euro o el yuan, repercutirá sobre la economía dominicana.  Las alzas continuas en el precio del petróleo constituyen una intranquilizadora perspectiva.  Somos una economía frágil, dependiente de lo que ocurra en el exterior, especialmente en los EUA, en España, en Venezuela, en Haití.

Afortunadamente, hemos beneficiado en los últimos tiempos de algunas circunstancias favorables que han “protegido” nuestra economía.  El acuerdo petrolero con Venezuela nos ha librado de una crisis energética y monetaria.  En este punto, el gobierno acumula deudas, cobra impuestos y todo sigue en marcha.  Además, las remesas en dólares de dominicanos residentes en el extranjero no han disminuido; en el año 2011 se han incrementado.  Esos dominicanos trabajan en empleos permanentes: bodegas, factorías, empresas de servicios; no en empleos estacionales como la recolección de frutas y otros trabajos ligados a la agricultura.

 La inversión extranjera en la RD es otro factor favorable que debe ser consignado. Ha sido considerable el volumen de dichas inversiones.  Compañías extranjeras ya en operaciones se espera comiencen a exportar, a generar ingresos en moneda extranjera.  Mi opinión es que ninguno de estos “elementos favorables”, por si solos, puede producir bienestar y estabilidad si no hay buena administración en el Banco Central.  Demos ese crédito al gobernador Héctor Valdez. 

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