A PLENO PULMÓN
Ciudadanos habitantes

<STRONG>A PLENO PULMÓN<BR></STRONG>Ciudadanos habitantes

“Cartas a Evelina” es un libro que escribió el doctor Moscoso Puello entre 1913 y 1935.  Se compone de 36 cartas donde él expone las costumbres de los dominicanos, los usos políticos de su tiempo; o comenta algunos pasos de nuestra historia.  El autor explicó a los lectores: “Este libro no se publica por su valor literario; se publica porque es posible que tenga algún valor documental para los que se interesen por conocer la psicología del pueblo dominicano”.  Las cartas fueron publicadas originalmente en revistas y periódicos: “La cuna de América”, el “Listín Diario”,  “S.P.M.”, “una revista que se editaba en San Pedro de Macorís”, nos informa el propio Moscoso.

 Después que “Cartas a Evelina” se convirtió en libro ha tenido numerosas ediciones; y ha sido objeto de estudio por parte de historiadores, sociólogos, antropólogos.  Ningún dominicano puede leer esos textos sin emoción e “inquietudes”.  A pesar del tiempo transcurrido desde su publicación: 1913, la primera carta; 1935, la última, no han perdido atractivo, ni interés.  Sea que las juzguemos como “costumbrismo tradicional”, enfoques “pesimistas”, opiniones penetradas de “racismo colonialista”, el conjunto de ellas sigue siendo expresivo testimonio de un “hombre ilustrado”; también queja adolorida ante el desorden de nuestra vida colectiva.

 Algunos pasajes de “Cartas a Evelina” parecen “confirmaciones antropológicas” de la viejísima doctrina del eterno retorno.  Moscoso, médico de profesión, había estudiado en Francia.  Fue amigo de mi padre y tuve el gusto de conocerle “en persona”.   Moscoso intentó inyectarme una vacuna contra el tifo; yo huí despavorido y la aguja de la jeringuilla no llegó a clavarse en mi brazo.   Muchos años pasaron antes de que pudiera leer sus rotundas afirmaciones sobre la mezcla de razas en la isla de Santo Domingo.

 Sobre la mujer mulata existe copiosa literatura “laudatoria”.  Pero acerca del mulato varón él dice: “tiene muy triste concepto de si mismo.  Parece que todavía no se ha podido desprender de las taras que en su espíritu ha dejado la esclavitud y el coloniaje”.  Moscoso describe: “[…] los grupos políticos profesionales, cuyos medios de vida están asegurados, con el desempeño de cargos públicos lujosamente retribuidos”.  Finalmente, asevera que entre nosotros: “no hay ciudadanos, hay habitantes”.  ¿Cómo podríamos “fabricar” ciudadanos?

Publicaciones Relacionadas

Más leídas