A PLENO PULMÓN
Curiosidad doble

<STRONG>A PLENO PULMÓN<BR></STRONG>Curiosidad doble

Es muy extraño que durante largos periodos los Estados Unidos se abstengan de nombrar un embajador de su país en la República Dominicana.  Con frecuencia se limitan a designar un Encargado de Negocios.  Esa conducta se interpreta, en todas partes del mundo, mediante el llamado “lenguaje diplomático”.  Una manera de expresar, a través de señales discretas, la existencia de un problema con el gobierno ante el cual “no se envía” embajador.  Para explicar el hecho se aducen diversos argumentos.

Se ha dicho que son muy complicados los procedimientos de ratificación de nombramientos en el congreso de los EUA; que hay pugnas internas entre republicanos y demócratas; también que eso “no significa nada”, pues ha ocurrido durante distintos periodos de gobierno en los últimos tiempos: lo mismo en la administración de Hipólito Mejía que en las de Leonel Fernández.  Muchas personas estiman que quizás sea mejor asi, porque algunas veces hemos sufrido embajadores “indeseables”.  Cuando actúan funcionarios menores, generalmente son profesionales de las relaciones exteriores que “cumplen estrictamente con los reglamentos”.

Sin embargo, cada vez que circulan informaciones de que a tal o cual funcionario gubernamental le fue cancelada la visa de entrada al territorio de EUA, volvemos a considerar el espinoso tema.  Se menciona entonces el asunto de las drogas, de la complicidad con el crimen organizado, con el contrabando a través de la frontera dominico-haitiana.  Todo queda en conjeturas y rumores acerca de si los funcionarios, efectivamente, “se han portado mal”; y de si los Estados Unidos están “presionando” al gobierno.

Los Estados Unidos, además de ser una potencia militar de primer rango, es el principal socio comercial de la RD.  El 80% de nuestra producción exportable está destinado a los EUA.  El monto de las remesas de dólares que nos llegan de ese país, a pesar de la crisis económica, es considerable.  Nos parece importante averiguar por qué no tenemos embajador de los EUA, habiendo nosotros designado uno en Washington.  ¿Qué hace y que no hace el gobierno dominicano para merecer ese trato diplomático? El pueblo dominicano tiene derecho a saber lo que piensan los extranjeros de sus gobiernos; y mucho más derecho a conocer la conducta de los funcionarios que le gobiernan.

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