A PLENO PULMÓN
Despedida provisional

<STRONG>A PLENO PULMÓN<BR></STRONG>Despedida provisional

Debo avisar a los lectores de “A pleno pulmón” que estaré de vacaciones durante todo el mes de  diciembre.  Por tanto, dicha columna diaria no aparecerá en la página dos de este periódico, como ha sido costumbre en los últimos tres años.  He recibido del público un apoyo constante a través de correos electrónicos, llamadas telefónicas o comentarios expresados personalmente en las calles;  lo cual agradezco profundamente.  Las columnas periodísticas de opinión no pueden pretender satisfacer a todo el mundo.  Todas las opiniones toleran matices o distingos; y bueno es que así sea para dejar abierto un camino democrático de discrepancia razonada.

 Las replicas ocasionadas por mis escritos en “A pleno pulmón” han sido formuladas con respeto y comedimiento.  También estoy agradecido por ello.  Política, economía, apreciación literaria, provocan a veces enconadas disputas; no siempre en un lenguaje aceptable.  Estoy complacido con el cuidado que han dispensado a mis artículos los encargados de ilustrarlos, publicarlos y colocarlos en la edición digital del periódico.  Bienvenido Álvarez Vega, director de este diario, y sus asistentes de la redacción, merecen reconocimientos por sus cotidianas tareas a favor de un simple colaborador externo.  Con el director ya he tenido las comunicaciones directas de lugar a fin de que disponga desde mañana cubrir este espacio.

El mundo contemporáneo nos ofrece una gama enorme de temas apropiados para el comentario periodístico o para la reflexión sociológica.  Las columnas de opinión brindan el servicio de dar a los lectores un resumen inteligible de lo que ocurre en las sociedades de hoy. Tenemos problemas económicos, políticos, demográficos; esos problemas se desarrollan en una atmósfera social de grandes cambios culturales y tecnológicos.  No siempre los ciudadanos de países pobres cuentan con la información suficiente sobre los mismos.

El nuevo año volveré a escribir, gustosamente, acerca de muchísimos asuntos que estimo de gran interés para los dominicanos: las dificultades de nuestra economía y de nuestra política, en primer lugar; también los conflictos que afectan la región del Caribe; y, desde luego, los trastornos monetarios de Europa y los Estados Unidos. Añadiremos visiones de carácter literario… para que esta sección siga siendo un servicio público.  Contamos con el concurso de los numerosos lectores de “Hoy”.

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