El periódico El Día informó el pasado martes que las FF. AA. habían suspendido las operaciones de control migratorio en las carreteras de la región fronteriza. Esta vigilancia militar fue establecida con motivo de la epidemia de cólera que ha causado cuatro mil muertes en la vecina República de Haití. El propósito básico era impedir que la epidemia se extendiera a la RD, donde se han producido algunos casos. Afortunadamente, los pacientes recibieron la atención debida y lograron recuperarse. Estas operaciones de apoyo contribuían con los esfuerzos del Ministerio de Salud Pública por controlar enfermedades infecciosas; cólera y malaria, especialmente.
Los organismos de inteligencia de cada rama militar estaban involucrados en esa vigilancia de los corredores que llevan a la frontera. J-2, G-2, M-2, A-2, participaban activamente, lo mismo que la Dirección de Investigaciones Criminales de la Policía Nacional. La decisión de suspender los controles no se avisó al público, ni a las autoridades de migración, normalmente ocupadas en detener el tránsito de indocumentados procedentes de Haití. El nuevo director de Migración, José Ricardo Taveras, no había podido reunirse ayer con el Ministro de las Fuerzas Armadas. Solamente había visto al director del cuerpo fronterizo especializado, CESFRONT, que vigila ordinariamente la frontera.
¿Qué ocurre en área tan compleja y sensible como la inmigración de haitianos indocumentados? Hace pocos días fue destituido como director de Migración el vicealmirante Sigfrido Pared Pérez y nombrado en su lugar el doctor Taveras. Pared Pérez declaró hace un mes al diario El Día: los últimos veinte años la RD ha sufrido una gran presión migratoria por la frontera. No se sabe cuál fue el motivo de su destitución. Tampoco se sabe por qué han dejado sin efecto los controles.
No parece que la epidemia de cólera haya concluido en Haití, lo cual añade a los misterios administrativos puramente migratorios, nuevos misterios epidemiológicos. El doctor Bautista Rojas declaró anteayer que el Ministerio de Salud ha comprobado un incremento de malaria en la región sur del país. Dijo que han muerto ya seis personas; que el año pasado hubo 2,482 casos; y que en el primer trimestre del 2011 se registraron 575. Las provincias con mayor incidencia son Dajabón e Independencia, ambas fronterizas.