A PLENO PULMÓN
El  árbol de la vida

<STRONG>A PLENO PULMÓN<BR></STRONG>El  árbol de la vida

El comandante Fidel Castro está fascinado con las propiedades medicinales de la planta llamada moringa.  También con la posibilidad de usar sus hojas como fertilizante natural y en el enriquecimiento de nutrientes de varios productos alimenticios: trigo, arroz, leche, harina de maíz.  La moringa, además, puede ser materia prima en la producción de comida para vacas, cerdos, aves y peces.  El subdirector del departamento de investigación de pastos y follaje del Ministerio de Agricultura de Cuba, fue enviado por Fidel Castro a Baoba del Piñal  para que conociera las plantaciones de moringa que existen en esa zona.  Raúl Ruiz Pirruquez es el funcionario cubano que nos visita.

 La moringa,  conocida por el nombre de “planta de la libertad”, es originaria de la India.  También se le llama “árbol de la vida”.  En Barahona le dicen “palo santo”; en San Juan de la Maguana, “palo remedio”;  en el Cibao, moringa.  Esta planta contiene 90 nutrientes, 40 clases de antioxidantes, 34 anti-inflamatorios.   Su consumo como medicamento no produce “efectos secundarios”.  Niños, adultos y ancianos, pueden usar la moringa con entera confianza. Ya existe una Asociación de Productores y Consumidores de Moringa del Nordeste, cuyo presidente declaró que está en curso un experimento con “biomoringa” en plantaciones de arroz en Cotuí.  Así lo reseña un reportaje del Listín Diario publicado ayer.

 Están a la venta pastillas de moringa en varias farmacias de Nagua.  Se venden también hojas secas del “árbol de la vida” para hacer tisanas.  Autoridades de Salud Pública, de Cuba; investigadores de universidades extranjeras, de Japón, Colombia, Canadá, están sumamente interesados en conocer los poderes curativos de la moringa.  Se dice que este “palo santo” controla la presión arterial, reduce el azúcar en la sangre, las inflamaciones artríticas y el colesterol.  Lo más importante es que cura úlceras y tumores.

 La nueva agroindustria medicamentosa, parece estar creando empleos en Samaná, promoviendo turistas hacia sus playas de arenas blancas.  Estoy dispuesto a probar té de moringa tan pronto consiga las hojas, pues eleva las defensas orgánicas contra las enfermedades de cualquier tipo.  Me pregunto si se han averiguado los efectos psicotrópicos de la moringa.  Quizás el “palo santo” ayude a que desaparezcan algunos tumores de nuestra conducta política.

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