Hoy 
Estaba previsto que el Papa Benedicto XVI visitara ayer el santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre. Me hubiese gustado estar ahí para cubrir periodísticamente ese acto noticioso-político-religioso. Conozco el lugar a través de medios electrónicos, documentos y fotografías. Pero nunca he puesto un pie en el famoso santuario de la patrona de Cuba. Fue declarada patrona en 1916 por el Papa Benedicto XV, antecesor y homónimo del pontífice actual. Según la leyenda, una niña que cazaba mariposas y recogía flores en una loma convenció a la gente de que la Virgen deseaba estar en la Sierra Maestra. La madre de la niña trabajaba en las minas de cobre, en lo alto de un cerro.
El párrafo anterior y el que sigue los copio de la escama noventa y siete de Ubres de novelastra, titulada El manto de la Virgen del Cobre. El Papa Benedicto XVI ha obsequiado una rosa de oro para la Virgen del Cobre, que se sumará a las muchas joyas que la devoción ha llevado al lugar. En el santuario hay un exvoto de oro con el perfil del comandante Fidel, en acción de gracias por haberse librado de la muerte tras el asalto al Cuartel Moncada, el 26 de julio de 1953. La propia madre del comandante colocó el relieve de oro en el manto de la Virgen.
Se dice también que los esclavos que trabajaban en las minas consiguieron su liberación gracias a la Virgen del Cobre y a las gestiones de un sacerdote llamado Ascanio. En los EUA existe un edificio dedicado a la Virgen del Cobre, que es una réplica del santuario original. Lo han construido los exiliados cubanos. Con la Virgen nadie se mete, suele decirse. Las ideologías todas pueden ser arropadas bajo el manto de la Virgen.
La madre de Fidel Castro puso el perfil de su hijo en el santuario, años antes de que comenzara la lucha armada en la Sierra Maestra. Hace mucho tiempo murió la señora Lina Ruz, quien encomendó a Fidel a la mambisa. Fidel, nacido en 1926, tiene 85 años de edad y 52 en el poder. Ha sobrevivido a gravísimas enfermedades, muchas conspiraciones y cien intentos de asesinato.
