A PLENO PULMÓN
Escarmiento imposible

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Las vidas de casi todos los delincuentes terminan de “mala manera”: en presidio, asesinados a tiros, ahorcados por secuaces; algunos mueren envenenados, como se dice ocurrió en el caso de Lucky Luciano.  Muchos estiman que ese mafioso fue el “fundador del crimen organizado”.  Este hombre, nacido en Sicilia a finales del siglo XIX, estableció una banda con Frank Costello en 1915; vendía whisky escocés y ron cubano durante la prohibición; puso casas de prostitutas con Joe Adonis.  Pero su mayor “mérito criminal” es haber sido responsable del “auge de la heroína” después de la Segunda Guerra Mundial.

Luciano vivió en el barrio judío de Nueva York, donde conoció a Meyer Lansky y se asoció con él.  Tras una guerra  con otros grupos criminales, se convirtió en rey de los bajos fondos.  En esa condición de líder máximo, encabezó la Conferencia de La Habana, en las navidades de 1946.  Todas las familias mafiosas de los EUA estuvieron representadas en la Conferencia.  Montada ya esta corporación terrible: juegos, prostitución, testaferrato, morfina, heroína, extorsión, Luciano se trasladó a Nápoles para “escribir sus memorias”.  Murió durante una entrevista con el productor de cine que llevaría a la “pantalla grande” la historia de su vida.

 Los periódicos difundieron la noticia de que había muerto de un infarto cardiaco.   Algunos sicilianos dijeron que la “camorra”, la mafia napolitana, había envenenado su café en el aeropuerto de Nápoles. ¿Quién puede saberlo con certeza?  El apresamiento de Figueroa Agosto ha dado lugar a cientos de comentarios: ¿Caerán también personas conectadas con él en la RD?  ¿Para que le servirá ahora su fortuna mal habida?  Es visible que, durante una década, ha estado escondiéndose como conejo perseguido por una jauría.  “Obligado” a matar allegados, amigos, socios, nunca ha vivido en paz.

 Los policías de tres países seguían sus pasos; los agraviados por “actos desconsiderados” esperaban, llenos de rencor, la hora de la venganza. ¿Qué clase de lealtades podía esperar Figueroa de amigos y amantes? ¿Cómo logró la policía dar con su paradero? Unos médicos cirujanos modificaron la nariz del delincuente.  ¿Dónde están? Me gustaría oír, de boca de psicólogos, explicaciones sobre las conductas criminales.  ¿Es posible que sientan arrepentimiento? ¿Las “memorias”, son peligrosas?

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