Hace dos semanas leí un artículo de Pinchas Goldschmidt publicado por el diario El País. Goldschmidt es el rabino principal de Moscú; también es el presidente de la Conferencia Europea de Rabinos. Su escrito giraba alrededor de los muchos crímenes cometidos por dictadores en Europa. El rabino menciona fosas comunes que se cavaron en Lituania, en Ucrania y otros lugares. Él desea que las tumbas tengan nombres y los crímenes, culpables identificados. Esto le ha llevado a simpatizar con el juez Baltasar Garzón; con el esfuerzo por conocer detalles acerca de crímenes cometidos durante la guerra civil española; y en el régimen dictatorial que concluyó en 1975.
Garzón está ahora en apuros, pues los tribunales superiores podrían separarle del servicio judicial e inhabilitarle por 10 o más años. Como todos saben, Franco murió en una cama de hospital siendo caudillo de España por la gracia de Dios. La transición política española fue negociada desde el poder. Presión de los estudiantes y sindicatos de trabajadores, gestiones diplomáticas del exterior, concesiones y acomodamientos, presidieron esa transición que, mirada en conjunto, resultó fructífera para los españoles.
Después de medio millón de muertos en una guerra civil que dividió las familias y empobreció a todos, los españoles sufrieron una dictadura de 36 años. El temor a volver a la guerra civil sirvió de acicate para aceptar soluciones imperfectas que parecieron mejores que otra guerra doméstica. Ahora Garzón choca con las imposibilidades jurídicas derivadas de un acuerdo democrático de sobrevivencia. El rabino Goldschmidt ha chocado también con un problema: las autoridades rusas han cancelado su visa. En la Rusia contemporánea suceden cosas parecidas a las de España.
Las personas conectadas con servicios secretos del régimen anterior no desean remover el pasado. Goldschmidt y Garzón pisan ambos tierras sembradas de cadáveres, rodeadas de impedimentos legales o políticos. ¿Qué ocurriría en la República Dominicana si un rabino y un juez se empecinaran en investigar los crímenes de la Era de Trujillo? Algunos religiosos dirían que el perdón es la única actitud cónsona con los textos bíblicos; los juristas dirían que esos crímenes han prescripto; por tanto, no podrían incoarse los procesos. Los políticos opinarían: definitivamente, no es práctico cursar los expedientes.