A PLENO PULMÓN
Estructura invariable

A PLENO PULMÓN<BR>Estructura invariable

El 29 de febrero del año 2011 escribí en esta columna una nota titulada “Revolución duplicada”.  En los primeros tres párrafos llamaba la atención sobre las ventajas políticas, mediáticas, económicas, con que cuentan los inmigrantes haitianos en la RD. La situación de entonces ha variado algunos grados, en vista de los cambios emocionales causados por el comercio de pollos y huevos entre los dos países.  En cualquier aspecto de la vida colectiva, no hay peor ciego que quien no quie re ver.  La “actitud mental” es fundamental, tanto para la acción como para la comprensión.

 A continuación reproduzco unos trozos escogidos de ese artículo.  Creo que las condiciones descritas en el texto están plenamente vigentes.  Más pollos o menos huevos, no podrán alterar el cuadro general. “A favor de los haitianos residentes aquí concurren hoy tres factores importantes: los empresarios, que necesitan mano de obra barata en el sector de la construcción y en los cultivos agrícolas; los EUA, que no quieren recibir inmigrantes pobres, sin buena salud ni educación superior; los ideólogos de la izquierda, que desean una nueva Revolución Haitiana que abarque esta vez la isla completa; que tendría virulencia triple: por la mayor pobreza, por el crecimiento demográfico, por “renovación” de los prejuicios raciales”.

 “Algunos dirigentes políticos de Cuba y de Haití, soñaron toda la vida con una situación así, “de amplias perspectivas revolucionarias”. Esta “convergencia explosiva”, magnificada por el reciente terremoto y el aumento de la inmigración hacia la RD, ha llegado a plenitud de maduración.  Al líder haitiano Gerard Pierre-Charles, fallecido en La Habana en 2004, le hubiese gustado vivir para orientar la “Organización del Pueblo en Lucha” en una “coyuntura” como la de este momento.  Añádase que en nuestra época, de globalización e integración económica, el concepto de nación ha perdido fuerza, excepto en naciones poderosas donde han reforzado su vigencia por medio de la educación”.

 “Las “experiencias previas” solo sirven a sociólogos e historiadores; jamás a los políticos.  Tanto franceses como norteamericanos han fracasado en Haití anteriormente.  Volverán a fracasar otra vez, escandalosamente, con dolor para ellos mismos.  Con más dolor, obviamente, para el pueblo dominicano, cuyos dirigentes no se han interesado nunca en afrontar seriamente nuestros problemas migratorios”.

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