A PLENO PULMÓN
Evolución detenida

<STRONG>A PLENO PULMÓN<BR></STRONG>Evolución detenida

Muchas personas que visitaban el Norte de África opinaban que en esa región la evolución social se había detenido.  Hasta hace poco se daba por un hecho que los pueblos magrebíes eran comunidades de costumbres petrificadas.  La rebelión política en Túnez, el derrocamiento de un gobierno que parecía inamovible, echó por tierra esa opinión de turistas superficialmente informados sobre esas sociedades. 

 Hay que añadir que esta opinión sin fundamentos sólidos la compartían sociólogos, periodistas, escritores, diplomáticos.  Individuos que conocían bien la historia del África árabe, con rigurosa formación académica, repetían mecánicamente “lo que todos decían”. El estallido de los problemas modificó, repentinamente, esa manera de pensar.

 Esto también ocurre con los asuntos económicos que hoy conmueven al mundo financiero en los grandes países industriales.  Profesores y políticos repiten “lo que la gente dice”.  Y la gente reproduce opiniones que ha leído en los periódicos o escuchado en la TV.  Los hechos consumados producen sorpresas dolorosas a quienes optan por “no pensar por su cuenta”.  Los cambios históricos son graduales; no dan saltos de canguro; ofrecen siempre señales, pistas, indicios, cuando las transformaciones están en gestación.  Esos síntomas pueden ser advertidos por gentes observadoras que, con mucha frecuencia, perciben los síntomas e intentan “dar la alarma”.  Pero se inhiben para no contradecir “la opinión reinante”.

 “Aquí no va a ocurrir nada; porque nunca ha ocurrido nada”, parece ser el pensamiento básico.  Se dice: que la gente es “aguantona”, que tolera “le pasen por encima un rodillo de pavimentar”.  No habrá reacción ante ningún estimulo, provocación o conflicto, sea laboral, político o económico, sentencian los “expertos” en la conducta de los dominicanos.  Ellos representan “la opinión reinante”.  Quienes no piensan así son considerados sujetos que “apuestan por billetes pelados” de antemano.

 En la RD la evolución social no está detenida.  Tal vez ya seamos diez millones de habitantes, en un territorio de 49,000 km².  Parece que todos los dominicanos poseen teléfonos celulares.  Carreteras y autobuses comunican el país entero.  A través de las emisoras de radio se comenta libremente cuanto ocurre.  El uso de computadoras se ha extendido.  Están dadas las principales condiciones para que haya cambios sociales.  ¿Cuál será el suceso que activará la acción colectiva?

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