A PLENO PULMÓN
¿Externos o domésticos?

A PLENO PULMÓN<BR>¿Externos o domésticos?

Los viejos filósofos utilizaban continuamente la expresión “el mundo exterior”, para referirse a todo aquello que está fuera de nuestra “subjetividad” o conciencia individual.  En las cancillerías se habla de “relaciones exteriores” para aludir a lo que sucede más allá de las fronteras del país propio.  Los gobernantes distinguen entre política exterior y “política doméstica”.  Esta última tiene lugar en “el interior” de nuestras respectivas sociedades. Pero no debemos olvidar que, en cada caso, lo que para unos es el “mundo exterior”, para otros es una “cuestión doméstica”.

¿Que noticias tenemos acerca de “el mundo exterior”?  En Siria el gobierno de Bashar el-Assad masacra constantemente a los ciudadanos.  Todos los esfuerzos de la “comunidad internacional” se han estrellado contra la “voluntad de poder” de un gobernante empecinado en “no soltar el mando”.  Los militares sirios disparan sin vacilar contra la población siria.  Para nosotros esto ocurre en el “mundo exterior”; para los sirios es “política domestica”.  ¿Qué ocurre en México? Pues todos los días amanecen cadáveres de personas asesinadas en grupo.  A veces los cuerpos están mutilados; cabezas cercenadas, extremidades cortadas, son habituales.

 El caso de Siria se considera una “cuestión política”; al de México se le llama “un asunto social”.  En Siria hay un enfrentamiento del gobierno y la oposición; en México los carteles de la droga han desafiado el poder del Estado.  Maltratan a la población mexicana tanto como los militares de el-Assad a los sirios. En ambos casos las cifras de muertos son espeluznantes. ¿Qué sucede en Rusia? Vladimir Putin y Dimitri Medvedev se “pelotean” el poder político y el económico: el control del Estado y el de la energía.  Los rusos deben sufrir represiones en las plazas públicas, soportar trampas electorales.

 Ayer encontraron muerto a Sakri Ghanem, ministro del petróleo durante el régimen de Muamar Gadafi; la policía de Viena halló el cadáver en el rio Danubio.  Ghanem vivía exiliado en Austria;   tenía 69 años.  No se sabe aun si murió víctima de la política, de los negocios de energía o de la depresión causada por no estar en el centro del poder en Libia. Dondequiera que miremos encontraremos violencia, negocios turbios, asesinatos.  Son conflictos externos y domésticos al mismo tiempo.

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