La reunión de los empresarios con el Presidente se extendió por más de tres horas.  Cada vez que hacía el ademán de levantarme del asiento para cederlo a las personas que deseaban hablar con don Juan, él me indicaba que debía esperar y permanecer en mi sitio.  Por eso pude oír a los primeros tres, a los siguientes cuatro, y así, sucesivamente. Lentamente el salón se llenó de humo de cigarrillos; fue necesario salir al patio.  Entonces, Germán Emilio Ornes, director de “El Caribe”, dijo al Presidente: -Muchos periodistas latinoamericanos están preocupados a causa de algunos artículos de la nueva Constitución; no son precisos, taxativos, unívocos; podrían aplicarse después según los antojos del poder público.

El Presidente Bosch enrojeció; y muy molestó, contestó: -Los juristas expertos en derecho constitucional la llaman “constitución abierta”.  Ningún país puede alcanzar todos los adelantos sociales de un solo golpe; eso sería traumático.  La Constitución debe estar abierta al futuro, preparada para dar paso a nuevas reformas sociales.  Mientras yo sea cabeza de gobierno no se aplicará antojadizamente la Constitución.  Estas expresiones finales fueron aplaudidas calurosamente.  (Ni las palabras del doctor Ornes, ni las del Presidente, fueron “exactamente” como las escribo aquí.  Pero soy fiel a su sentido básico, a su significación primaria).

La celebración del centenario del nacimiento de Bosch, el aniversario de la fundación del “Listín Diario”, la proximidad del 25 de septiembre, fecha del golpe de Estado, convergen para incitarnos a abordar espinosos asuntos que todavía pesan en las conciencias de muchos dominicanos.  Debemos examinarlos con sumo cuidado, pues una vieja canción recomienda fijarse… “en que hay heridas/ que cierran en falso,/ y si alguien las toca/ se vuelven a abrir”./  La guerra de abril de 1965 se incubó en las frustraciones -políticas y sociales- de 1963.

Puesto que había viajado a México con el Presidente y cubierto noticiosamente su participación en los actos con López Mateos, el director del periódico decidió enviarme al Palacio el día del golpe de Estado.  Allí pude ver al Secretario de Estado Elby Viñas, acompañado del general Imbert Barreras, quien preguntó: ¿General, podemos decirle a Federico lo del gobierno de tres? “Triunvirato asumirá poder” fue titular de portada al otro día.