A PLENO PULMÓN
La máscara de bronce

<STRONG>A PLENO PULMÓN<BR></STRONG>La máscara de bronce

Hace muchos años compré una máscara de bronce en un mercado de pulgas de la ciudad colonial de Santo Domingo.  Parecía el rostro de un niño envejecido prematuramente por la inamovilidad de la muerte.  Como es obvio, esta pieza de bronce grueso nunca fue una máscara mortuoria.  La hice montar sobre una tabla de caoba encerada y la colgué en la pared junto con algunos cuadros de formato pequeño.  Cuando me siento en la salita donde tengo la máscara, miro el orificio de los ojos y me pregunto: ¿tendrá adentro algunos pensamientos acerca del mundo de hoy? Y observo la boca abierta como si estuviera a punto de hacerme una revelación.

 La luz que se refleja sobre la frente de la máscara acentúa la expresión enigmática de ojos y boca.  Detengo siempre mi atención en este bronce atornillado en un trozo de caoba del siglo XVI, cada vez que la situación política del mundo experimenta cambios que no logro comprender en su integridad.  Mi esposa opina, con la seguridad y claridad propias de las mujeres, que en esos momentos no tengo ningún tema adecuado para desarrollar en la columna “A pleno pulmón”; que entonces me agarro del bronce como un náufrago de un madero.

Quizás ella tenga toda la razón. Sin embargo, en los Estados Unidos de Norteamerica gobierna Barack Obama, nacido en Hawai, hijo de madre blanca y padre negro oriundo de Kenya.  Los electores que lo hicieron presidente son, en su mayoría, blancos, anglosajones y protestantes.  Algunas personas creían que no podría conservar el poder; se dijo incluso que había la posibilidad de que fuera asesinado.  Nada de eso ocurrió.   Obama va en camino de la reelección. Su inteligencia y buen juicio le han permitido capear mil obstáculos, promover leyes sociales, atrapar a Bin-Laden.

Su adversario en las próximas elecciones será un mormón.  En un país mayoritariamente cristiano, los republicanos han escogido un candidato que no es católico ni protestante.  ¿No es una “anomalía” que en la nación más poderosa de la tierra compitan candidatos como Obama y Romney? Los EUA son ejemplo máximo de bipartidismo político, de ejercicio de libertades públicas.  Mormones y afroamericanos son dos minorías.  Mi máscara nada puede explicar.

Publicaciones Relacionadas