A PLENO PULMÓN
La mitad del pleito

<STRONG>A PLENO PULMÓN<BR></STRONG>La mitad del pleito

Oí decir al general José Miguel Soto Jiménez que “la mitad del pleito es aguaje”.  Los héroes dominicanos civiles y militares, a través de “refranes, palabrotas y dichos”, expresan su visión del mundo y los valores de la sociedad a la que pertenecen.  La historia de los pueblos forja “dicharachos” que sintetizan conflictos sociales, vicisitudes personales, “maneras” de afrontar acontecimientos.  El lenguaje es una vía de revelación a la vez que de ocultamiento.  La lengua tiene funciones simbólicas; indica, de manera  oblicua, lo que parecen ser las cosas que vemos con los ojos de la cara.

 Ortega escribió: “Las palabras, al fin y al cabo modos del vivir humano, tienen ellas su “modo de vivir”.  Los vocablos, una vez nacidos, se transforman con el paso del tiempo. Algunos desaparecen; otros viven para siempre.  Eso de que la mitad del pleito sea aguaje es una expresión verdadera desde la Guerra de Troya.  Dejar un gran caballo de madera frente a los muros de la ciudad fue un memorable “aguaje”.  La Guerra de las Galaxias, en la época  del Presidente Ronald Reagan, y las cifras infladas de los gastos de defensa de los Estados Unidos, eran “aguajes” mayúsculos que precipitaron la caída de la Unión Soviética.

 Príamo y Gorbachov fueron dos víctimas del “aguaje” político, de la estrategia militar de simulación.  Como es obvio, un entero se compone de dos mitades.  La Guerra de Troya se prolongó 10 años.  Esa parte no  fue “aguaje”, como se ha encargado de relatarnos Homero.  La Guerra Fría produjo víctimas sin cuento en países periféricos de los protagonistas principales.  Represiones, encarcelamientos, muertes, han sido dolorosas realidades, no meros “aguajes” tácticos. 

 La mitad que no es “aguaje” es la porción más importante del pleito.  La penetrante frase implica también que el “aguaje” no invalida el resto.  Algunos políticos, dominicanos y extranjeros, han llegado a creer que el pleito entero puede ser “aguaje”, impostura, disfraz, puesta en escena.  Como si fuera “el respaldo” de un viejo disco fonográfico, afirmemos: “la mitad del pleito es verdadero”.  No pretendamos que  “la imagen pública” sea más importante que “la realidad real”.  Los pueblos débiles padecen hoy los “aguajes”; sin embargo, no consiguen disfrutar de las verdades.

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