Hoy comienzan a difundirse los resultados de la encuesta Gallup acerca de la política doméstica en la República Dominicana. No he tenido ninguna anticipación de los datos, números y opiniones que se publican en esta edición de Hoy. A pesar de ser columnista diario del periódico durante muchos años, no he sido beneficiario de orejas o filtraciones previas. Ni siquiera mi amistad con el sociólogo Rafael Acevedo me ha servido para tener algún indicio sobre la dirección en que iban los tiros de las emociones colectivas. Quiero decir emociones medidas con las técnicas adoptadas en los actuales sondeos de opinión.
Con los imprecisos métodos de mis amigos periodistas, literatos, profesores, hombres de negocios- he podido fabricar una imagen de las opiniones de los dominicanos de a pie tras el primer año de gobierno de Danilo Medina. Ya sabemos que el Presidente goza de una alta tasa de aceptación; que su estilo de acción política e inspección administrativa le ha granjeado enormes simpatías. El ex presidente Leonel Fernández ha dicho que reconoce su habilidad para conectar con la población. Por lo menos eso asevera César Medina en su escrito del domingo pasado, una entrevista hecha a Leonel Fernández durante un vuelo desde Madrid.
El estado de opinión de una sociedad en un momento determinado, está compuesto por valoraciones y expectativas. Juicios de valor y esperanzas se entrelazan para edificar actitudes vitales coherentes. La renegociación del acuerdo con la empresa minera Barrick Gold fue la primera tarea del gobierno de Medina. La realizó con firmeza, prudencia, sentido de la realidad y clarividencia policía. Restauró la fe en que los gobiernos pueden actuar en pro del interés nacional, a mediano o a largo plazo. La actuación protagónica del ministro Gustavo Montalvo subrayó esa impresión.
La creación de un Ministerio de Energía y Minas apunta hacia una visión optimista del porvenir económico de la RD. El éxito de los acuerdos con la minera canadiense permite imaginar exploraciones de gas, petróleo y minerales diversos. Espantar el pesimismo social, político, económico- es una cuerda de la actividad proselitista muy poco pulsada en la vida dominicana. Si Leonel y Danilo conservaran la sensatez política dada la inanidad de la oposición seríamos afortunados.