A PLENO PULMÓN
Las malas noticias

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La vida humana es “un continuo”.  No puede ser “suspendida” hasta nuevo aviso”, como ocurre con algunas funciones teatrales benéficas.  La vida ha de seguir, con altas y bajas, no importa la magnitud de las “fluctuaciones de las bolsas” o del poder adquisitivo de las monedas.  Todo tiene que seguir aunque sea a empujones, es lema de los desesperados.  De los de aquí y de los de allá, del pasado y del presente.  La cosa no tiene arreglo.  ¡Hay que continuar viviendo! Antes se decía que había que “hacer de tripas corazón”.  Y cuando un hombre estaba obligado a luchar en circunstancias difíciles era frecuente oír: “tendrá que matar leones a sombrerazos”.

 Muchas noticias de la semana pasada fueron perturbadoras y deprimentes.  Tantas malas noticias van dejando en la población un sedimento desalentador.  Tienen efectos acumulativos.  Cada noticia desaparece rápidamente de las páginas de los periódicos; pero el conjunto de ellas se instala durante largo tiempo en el ánimo del hombre común.  En el muelle de Haina decomisaron 411 kilos de cocaína “que iban a ser trasportados a España”.  La información consigna  que los paquetes de droga “fueron camuflados como tabaco para la elaboración de puros”.  Noticias parecidas “nos llegan” continuamente del Aeropuerto Las Américas, de los embarcaderos de las provincias. 

 José Silvestre, periodista de La Romana, fue secuestrado y asesinado.  Se ha dicho que su muerte es responsabilidad del Cartel del Este.  Se han interrogado ya diez personas en relación con el caso.  Yessenia Rivera, asesinada y quemada dentro de un automóvil, es otro crimen reciente.  En este caso, un sicario de 18 años contrató la muerte de la mujer con un primo de la víctima que buscaba evadir el pago de una deuda de $400,000. El autor intelectual no pagó al matón a sueldo los $15,000 que acordó pagar por el crimen.

 Lo peor ha sido la muerte a martillazos de la profesora Leny Féliz, de 36 años, directora de escuela en Paraíso.  Los matadores son colegas de la maestra, directores de escuela también, en Guayabal y Agüita Blanca.  Este crimen brutal, cometido por educadores rurales, ha conmovido a Barahona y a todo el país.  Crímenes, limitaciones económicas, entorpecen la vida sin detenerla.

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